
El experto en delitos informáticos Adalid Medrano describió las siete modalidades más comunes con que los ciberdelincuentes cometen las extorsiones de índole sexual, conocidas como sextorsiones:
1. Estafas románticas. Los delincuentes ganan la confianza mediante la seducción y la manipulación psicológica. Suelen hacerse pasar por soldados estadounidenses, bomberos, modelos o empresarios.
2. Seducciones efímeras. Son abordajes directos en redes sociales, en los cuales los delincuentes inician conversaciones para provocar intercambios sexuales rápidos. Envían primero material íntimo (de otras personas) y piden reciprocidad, cuando la víctima comparte contenido sexual propio, lo utilizan para amenazar con publicarlo.
3. Plataformas sexuales. En este caso, se aprovechan de usuarios que visitan sitios de servicios sexuales. Fingen incumplimientos de normas o interacciones con menores de edad para generar miedo y presión.
4. Cuentas vulneradas. Si guarda material íntimo en servicios como iCloud, Google Drive o Dropbox y estos son vulnerados, los delincuentes pueden usar esos archivos para extorsionar.
5. Equipos en reparación. En ocasiones, al llevar dispositivos a reparación, las personas entregan contraseñas que pueden filtrarse, por lo que luego pueden usar el contenido con fines extorsivos. Cambie claves después de cualquier reparación o asistencia técnica.
6. Falso malware espía: Los delincuentes afirman tener instalado un software espía en el dispositivo de la víctima, asegurando que grabaron su cámara mientras visitaba sitios pornográficos.
7. Montajes con inteligencia artificial: Los delincuentes aprovechan la información pública de las personas para crear ultrafalsificaciones o deepfakes, es decir, imágenes o videos falsos que simulan ser reales.
