
Un hombre de apellido Calderón, de 45 años, fue reportado como desaparecido la noche del lunes, luego de que salió de su trabajo en Heredia y se ausentó de una reunión del comité de padres del colegio de su hija, en la que se discutirían los últimos detalles del baile de graduación de quintos años, que se llevaría a cabo este viernes.
Allegados al hombre confirmaron que apareció el martes con vida, pero desorientado, en el Hospital San Vicente de Paúl, en Heredia.
Tras enterarse sobre la aparición de Calderón, familiares de estudiantes del Sonny Bilingual School, situado en Cartago, denunciaron en medios que el hombre sería el responsable de sustraer ¢20 millones que, durante el año, los familiares de los futuros bachilleres abonaron para llevar a cabo el baile de graduación y la compra del anuario.
En apariencia, Calderón, padre de una de las alumnas, decidió integrarse al comité organizador desde el 2024 y se ofreció para recaudar el dinero en una de sus cuentas bancarias. Él se encargaría de realizar los pagos conforme avanzaban los meses.
Una de las familias de los afectados narró a La Nación que Calderón era muy activo, presentaba propuestas y lideraba en las reuniones del comité de padres. Incluso, narró que lo conocían desde hace ya muchos años, pues sus hijos fueron compañeros desde la escuela. En ningún momento, cuenta, les generó desconfianza.
Por medio de rifas, actividades, ventas y el pago de cuotas, los alumnos de quinto año comenzaron a recaudar el dinero, que paulatinamente entró en las cuentas de Calderón. De acuerdo con los familiares afectados, el hombre enviaba comprobantes de pago aparentemente falsos.
“Logró envolver a todo el mundo, que todo el mundo cayera”, dice una de las familiares a este medio.
Incluso, agregó que la capacidad persuasiva del hombre llevó a la productora de la fiesta de graduación a continuar con la organización del baile sin recibir un solo colón. “Creyó en sus falsas promesas mediante correos. La promotora no suspendió el evento confiando en la palabra de este señor, pero el señor nunca depositó el dinero”, dice.
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“Ni un cinco en la cuenta”
Los familiares de los alumnos de quinto año se enteraron de que los ¢20 millones que habían abonado durante el año habían desaparecido hasta el día en que Calderón fue reportado con vida.
“Lo que reporta su familia es que en las cuentas no hay ni un solo colón, no hay nada. Él no tenía el dinero, no sabemos qué pasó con el dinero, él no depositó nada. La familia inicialmente dijo que iba a responder y después dijeron que no, y no los culpamos, es una familia que debe estar pasando un trago muy amargo”, afirmó.
Ahora, manifiesta, 44 familias y más de 200 invitados están “desesperados”, “tratando de dar la cara”, buscando cómo mantener el baile en pie.
Algunas familias, incluso, se vieron obligadas a pedir un préstamo para pagar el monto que duraron un año en saldar. De forma paralela, los padres están reuniendo la documentación para presentar una denuncia ante el Ministerio Público, una vez que culmine el baile. Hasta el miércoles, al final de la tarde, no existía un expediente penal ni en el Organismo de Investigación Judicial, ni en la Fiscalía.
Mientras tanto, trascendió que el hombre señalado permanecía en un centro de salud, recibiendo atención médica.
Buscando fondos para la fiesta
La Nación conversó con otro familiar, quien prefirió mantener su identidad en reserva y afirmó conocer a Calderón desde hace 14 años, ya que sus hijos fueron compañeros desde el maternal.
La persona confirmó que la mañana de este miércoles un grupo de padres se reunió con la empresa encargada de llevar a cabo la fiesta y acordaron que se volverían a recaudar los fondos para entregar el dinero a más tardar el jueves; es decir, un día antes de la actividad.
“La escuela nos ayudó con una parte, los abuelitos de los estudiantes también, los estudiantes de otros niveles están organizando actividades para recoger fondos, padres de otras secciones nos quieren ayudar, algunos papás volvieron a pagar. Nosotros como comité nos comprometimos a pagar el 50%, aproximadamente un millón de colones cada uno, de nuestro bolsillo”, explicó.
“Estamos dando la cara por ellos. Todos nos comprometimos a conseguirlo por alguna cuenta de ahorro, algún familiar prestó, pero ese dinero se paga”, afirmó.
Colegio se pronuncia
El centro educativo Sonny Bilingual School, situado en Cartago, se pronunció sobre el presunto robo mediante un comunicado de prensa.
“Nuestra prioridad es el bienestar y la confianza dentro de nuestra comunidad educativa. Los recursos económicos para esta actividad fueron recaudados y administrados exclusivamente por el Comité de Padres, cuyos miembros fueron designados por las familias de la generación y no forman parte de las finanzas ni de la administración del colegio”, afirmó la institución.
En este momento el centro educativo está colaborando con el comité de padres para ayudarles a solventar “algunos de los inconvenientes presentados” para que se pueda llevar a cabo el baile.
“Sonny Bilingual School comprende la importancia que esta actividad tiene para los estudiantes y sus familias, y hace un llamado a la comunidad a mantener la prudencia, el respeto y la empatía mientras las partes involucradas atienden la situación por los canales correspondientes”, finalizó el comunicado.
Colaboró en esta información Keyna Calderón, corresponsal de Grupo Nación
