
El conteo de rayos que caen en nuestro país ya sobrepasa el medio millón, según confirmó la red de descargas atmosféricas del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE).
El número se alcanzó recientemente, en la temporada de alta incidencia, que comprende de mayo a noviembre de cada año.
La descarga atmosférica medio millón tuvo lugar el 15 de setiembre en Mansión de Nicoya, provincia de Guanacaste, a las 3:47 p. m.
Según los datos de ICE, el oeste del Valle Central (Alajuela, Santa Bárbara, Mora, Puriscal) es la zona con mayor densidad de rayos, de acuerdo con la información recopilada entre 2005 y 2020.
La vertiente del Pacífico y la zona norte también son áreas con registros considerables.
De momento, la cifra está dentro de los promedios de la temporada lluviosa en la que se generan unas 150.000 descargas por mes.
Así lo explicó Daniel Poleo, meteorólogo del Instituto Meteorológico Nacional (IMN), quien indicó que muchos rayos no caen a tierra, sino que se desplazan entre una nube y otra.
De igual manera, algunos surgen en dirección de la tierra a la nube, por lo que la cantidad de rayos reportada por el ICE corresponde solo a los que van de la nube a la tierra.
En el 2017 se habían registrado hasta el 17 de setiembre el doble de rayos, en comparación con la actual temporada, pues se tenían 1.110.102 descargas en todo el país.
Ese año superó el récord que tenía el 2014, cuando la cifra alcanzó 1.008.863 rayos, confirmó aquella vez Ileana Mora, funcionaria de la entidad.
La red del ICE está conformada por siete sensores que detectan con alta precisión y confiabilidad los rayos producidos en el territorio nacional.
A ella se suma la que hace aproximadamente dos años tiene el IMN y que permitirá, a futuro, un manejo del total de rayos, dijo Daniel Poleo.
El viernes cayeron 3.866 rayos, mayoritariamente entre Ciudad Quesada y La Fortuna de San Carlos, así como en Abangares de Guanacaste y Siquirres.
Aunque este año ya se declaró la presencia del fenómeno de La Niña, Poleo dijo que eso no implica necesariamente que habrá más rayos.
“Para que haya rayos debe haber condiciones cálidas, que más bien se forman cuando se tiene el fenómeno de El Niño. Hay años muy cargados de rayos que no coinciden con La Niña”, dijo Poleo.
Este año no se han registrado tantas muertes por descargas eléctricas como en otras ocasiones. En el 2018, al menos cinco personas fallecieron por rayos. El año pasado en San Carlos, un rayo mató a un campesino e hirió a otros tres.
El pasado 14 de agosto, un agricultor perdió la vida en Bonilla de Turrialba alcanzado por un rayo. Esa vez falleció Gerardo Guillén Gutiérrez, de 27 años, vecino de la zona, casado y padre de tres menores.
La información recopilada por el ICE permite planificar tareas de mantenimiento y emitir alertas por rayería para instalaciones como torres y plantas eléctricas y redes garantizando la continuidad del suministro.
Esa entidad y el IMN brindan datos que sirven a la aviación, y a personas que laboran en áreas constructivas, agropecuarias, pesqueras, hoteleras, deportivas y recreativas, para prevenir incidentes asociados a las tormentas.
