El incendio registrado este sábado por la madrugada en La Carpio, en La Uruca, San José, es el tercero con más víctimas mortales en los últimos 19 años.
Así lo constatan los datos del Cuerpo de Bomberos, que precisan que los siniestros del 2005 en el Hospital Calderón Guardia, en San José, y del 2000 en un asilo de ancianos en Tilarán, Guanacaste, fueron los más graves. En el primero fallecieron 21 personas y en el segundo 18, todos mayores de edad.
Las investigaciones de esos casos determinaron que el del centro médico fue provocado, aparentemente, por el enfermero Juan Carlos Ledezma Sánchez, quien fue condenado a 20 años de cárcel.
En tanto, la causas de las llamas en el asilo fue un corto circuito en una de las duchas.
Después de esas dos emergencia, por estadísticas está la tragedia de este sábado 13 de abril, en el que se contabilizaron en total siete decesos, cinco de adultos y dos de de niños.
El lugar en el que comenzó el fuego no ha sido determinado, así como tampoco las causas que lo provocaron.
Noche mortal
Hace tres años, el 26 de noviembre del 2016, un incendio registrado en horas de la noche consumió 72 viviendas en la ciudadela León XIII, en Tibás, y dejó seis fallecidos, uno de ellos era un niño.
Poco después del siniestro, la Policía capturó a un sujeto de apellidos Jiménez Peraza, por ser el principal sospechoso de causar las llamas.
Según la investigación, las llamas fueron provocadas y comenzaron en un colchón de una cuartería del precario El Trillizos.
Los Bomberos informaron en aquello ocasión que mediante los trabajos realizados se descartó un cortocircuito y no se encontró evidencia alguna de que se haya usado gasolina ni ningún otro hidrocarburo.
Por otra parte, en el 2014 tres niños murieron en un siniestro registrado en Tambor de Alajuela. En aquel momento, se determinó que los menores, aparentemente, jugaban con fósforos y quemaron un colchón.
Un año antes, en 2013, se atendieron dos incendios con cinco fallecidos cada uno.
El primero se presentó en enero, cuando la explosión de un cilindro de gas en una soda de Alajuela desencadenó el siniestro.
Dos años después, en mayo del 2015, el Juzgado Penal de Alajuela cerró la causa contra el único imputado por la explosión en la soda, un hombre de apellido Calvo, quien vendió el cilindro.
Finalmente, en febrero del 2013 un ventilador que se encontraba en una habitación desocupada hizo arder en llamas un hotel de Puriscal.