El vuelco de una panga este domingo a las 3:15 p. m. frente a playa Cacao, en Golfito, estuvo a punto de terminar en tragedia para los seis ocupantes.
Carlos Flores Barquero y su esposa tomaron la decisión de ir a pasear junto a su familia a esa playa, la cual se ubica a unos 15 minutos en panga de Golfito centro.
Luego de invitar a su hijo Harold Flores y a la esposa de éste, Sonia Martínez, salieron junto con el hijo de ella de 13 años y otros familiares.
"Buscamos una lancha que nos llevara hasta el otro extremo", dijo este vecino de ciudad Neily.
La familia de Flores se fue acomodando en la lancha, pero notaron que superaban su capacidad, pues la embarcación era para cinco personas y con el dueño del bote eran seis.
"Observé que el mar estaba picado. Cuando llevábamos unos 500 metros de recorrido vimos que el agua se estaba metiendo a la embarcación. Pero el dueño de la lancha solo nos pidió que sacáramos el agua", contó Flores.
Lo que la familia de Flores no se imaginaba era que venía lo peor en la travesía.
"El bote empezó a hundirse. Mi hijo, que iba en la parte de adelante, hacia señas y gritaba para que otra embarcación que iba adelante de nosotros nos viera y llegara a auxiliarnos", indicó.
Tanto el dueño de la lancha como la familia de Flores quedaron a la deriva. El bote se hundió muy rápido y no lograban ver si alguien los llegaría a salvar.
"Todo fue muy rápido. Solo nos quedó pedirle a Dios que nos ayudara y no morir ahogados. Yo no sé nadar y cuando el bote se hundía lloraba desconsoladamente de miedo", manifestó Ana Rojas, esposa de Flores.
La embarcación no tenía chalecos salvavidas.
"Ya mis piernas flaqueaban y pensaba lo peor para mí y mi familia", añadió Flores. "Gracias a Dios los ocupantes de la otra embarcación lograron ver que nos estábamos hundiendo y se devolvieron para ayudarnos. Nos agarramos de esa lancha porque no había espacio en ella, así nos sentíamos a salvo. Luego llegó una lancha del Servicio Nacional de Guardacostas y lograron rescatarnos".
Los guardacostas llegaron al sitio cuando ya la panga se había sumergido completamente, bajaron un bote salvavidas tipo Zodiac para rescatar a los seis náufragos, incluyendo al operador de la lancha, identificado como Orlando Pérez Molina, de 83 Años.
"Las personas rescatadas fueron llevadas al muelle. Se veían muy mal porque tragaron mucha agua y una señora necesitaba atención médica", dijo García.
La familia Flores tuvo pérdidas valorada en al menos ¢2 millones, pues extraviaron sus teléfonos celulares, tabletas y una cámara fotográfica nueva marca Cannon.
Los pasajeros fueron identificados como Carlos Flores Barquero, de 44 años; Harold Flores Rojas, de 24; Sonia Martínez Mora, de 30; Stuar Vargas Martínez, de 13; y Ana Rojas Calderón, de 34 años. Esta última no sabía nadar y además padece de hipertensión, lo que le provocó una crisis nerviosa.
La panga que se hundió es de cinco metros de largo y estaba desprovista de todo tipo de equipo de comunicación, dice un comunicado del Ministerio de Seguridad Pública.