
Los dueños del hospedaje Le Mas de Provence, en San Antonio de Escazú, San José, rechazaron este jueves cualquier vínculo laboral con el guarda de seguridad de apellidos Espinoza Martínez, detenido como sospechoso de matar a la turista venezolana Carla Stefaniak.
La manifestación la hicieron por medio de su abogado Federico Campos Calderón, quien agregó que la labor de vigilancia del lugar fue contratada a una compañía de seguridad.
“Ellos (el establecimiento) nunca contrataron a Espinoza. Lo que hicieron fue un convenió con una empresa de seguridad que pertenece a un señor M Chaves, que se encargaba de conseguir los oficiales. Ellos (los dueños de las cabinas) ni se preocupaban por pagarles ni de nada. No era empleado. No tenían conocimiento si esa persona era legal o ilegal. Lo que hicieron fue contratar a una empresa de seguridad”, manifestó.
Campos admitió que como parte del pacto y debido a que el guarda no tenía donde vivir, “podía pernoctar en una casita (dentro de la propiedad Le Mas de Provence) que no es igual a los apartamentos de los huéspedes”.
Espinoza Martínez, de 32 años, había llegado al lugar en junio de este año. La labor de vigilancia la compartía con otro compañero. Su función principal era controlar la llegada y salida de húespedes, además se encargaban de llevar los visitantes a los apartamentos y de entregarles las llaves.
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Fuera de Airbnb
Los apartamentos de Le Mas de Provence están en una propiedad de 5.105 metros cuadrados, adquirida en mayo del 2013 por una sociedad integrada por tres socios costarricenses y una estadounidense. Anteriormente en el lugar funcionaba un centro de recuperación para pacientes de cirugías estéticas. Tiene una casa principal (allí vive uno de los socios) y siete apartamentos.
La Municipalidad de Escazú había informado de que ese lugar tenía una patente para dar servicio de hospedaje otorgada en agosto del 2009 pero que los dueños renunciaron a dicha patente en el 2013, sin precisar en qué mes.
Campos dijo que, cuando salió el sistema Airbnb para el alquiler de habitaciones de manera digital, “ellos empezaron a alquilar los apartamentos, igual como lo hacen muchos costarricenses (...) pero eso no significa que tengan permiso ni patentes. Está en el ámbito privado. No es un servicio que tenga que ser regulado por el Estado”.
El abogado dijo que desde que comenzaron a dar ese servicio han llegado al lugar más de 1.000 huéspedes, que siempre se mostraron satisfechos por la atención.
El nombre de este sitio de hospedaje salió a la luz pública el pasado 3 de diciembre, cuando en una zona boscosa dentro de la misma propiedad apareció el cuerpo de Carla Stefaniak. Ella había llegado al establecimiento a la 1:05 p. m. del 28 de noviembre. Al día siguiente sus familiares denunciaron que la mujer había desaparecido.
Poco después de que trascendió el homicidio de Stefaniak, la plataforma Airbnb excluyó a cabinas Le Mas de Provence como sitio de hospedaje. La medida inicialmente fue por dos semanas, pero ahora es indefinida.
“Ellos no quieren estar en la plataforma. Se van a retirar. No quieren dar más el servicio. Además de que no lo necesitan. Los socios tienen otros ingresos”, dijo Campos.

Dudas por la investigación
Paralelamente, este jueves, los abogados David Hernández y Joseph Rivera, quienes representan a la familia de Stefaniak, presentaron ante la Fiscalía de Pavas un documento en el cual plantean una serie de dudas que todavía subsisten en la investigación del homicidio.
“En realidad hicimos unas sugerencias a la Fiscalía. Por ser un asunto en investigación no podemos revelarlas pero sí pensamos que en esta situación no estuvo involucrada solo una persona. Eso es algo que don Carlos Caicedo (padre de Carla) piensa que, por las características de su hija (pesaba 85 kilos), esta persona (el vigilante) tuvo que ser auxiliado de alguna forma para trasladar ese cuerpo desde el lugar donde la mataron hasta donde fue localizado”, dijo Hernández.
El representante legal de la familia dijo que durante la conversación con el fiscal David Padilla Mora, quien tiene a cargo la pesquisa, conoció sobre la aparición de nuevos elementos probatorios, sobre los cuales no quiso hacer referencia.
