Los asistentes a una gallera ubicada en una parcela de Cartagena de Río Jiménez, en Guácimo, Limón, se esfumaron antes de que llegaran los agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) para atender un doble homicidio registrado este domingo por la noche. Así lo reveló la institución este lunes, al detallar que en el sitio se no se localizó a ningún testigo de lo sucedido, por lo que la dinámica del hecho no está clara.
Según los datos preliminares, hubo una balacera en la que Michael Alexander Vargas Flores y Leonardo Fabio Chaves Chavarría, ambos de 31 años, recibieron múltiples disparos y murieron en el lugar. En el hecho hubo al menos un herido más; sin embargo, su estado de salud no trascendió, ya que fue trasladado al centro médico en un carro particular.
“Al parecer, en el lugar había una gallera clandestina. Cuando el OIJ llega al sitio no había nadie. En el lugar se encontraron casquillos de grueso calibre”, indicó la Policía Judicial por medio de su oficina de prensa.
Las autoridades presumen que las personas que se encontraban en el sitio, donde se realizaban peleas de gallos, se fueron debido a que esa actividad es ilegal. Precisamente, la Ley Contra el Maltrato Animal, que entró en vigencia el 11 de junio del 2017, establece que las personas que organizan, propician o ejecutan disputas entre diferentes especies se exponen a penas que van de tres meses a un año a prisión.
Balacera en gallera dejó dos fallecidos
El lugar de este ataque es solitario y eso habría ayudado a que los homicidas, quienes atacaron a personas específicas, escaparan sin problema antes de la llegada de los cuerpos policiales.
De las víctimas hay pocos datos. Según consta en el sistema de consulta del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), Vargas y Chaves eran vecinos de Guácimo y ambos tenían hijos menores de edad. Sus asesinatos permanecen en investigación, con el objetivo de determinar el móvil de la agresión y de identificar a los responsables.
Desde finales de noviembre del año anterior, la Policía reforzó su presencia en los cantones de Guácimo, Pococí y Siquirres, dada la alta criminalidad en la zona y la gran cantidad de homicidios que se han venido registrando producto de la lucha entre dos bandas dedicadas al narcotráfico.
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