
El empuje frío N.° 3, sigue afectando este miércoles el territorio costarricense, con lluvias intensas principalmente en el Caribe y la zona norte, según informó el Instituto Meteorológico Nacional (IMN).
Durante la mañana se reportaron precipitaciones de entre 5 y 20 milímetros (mm) en periodos de 3 a 6 horas. Además, se registraron ráfagas de viento de hasta 76 km/h en La Cruz de Guanacaste y 63 km/h en el volcán Orosi. En otras zonas de Guanacaste y el Valle Central, los vientos oscilaron entre 20 y 40 km/h.
Un aguacero fuerte, según los parámetros meteorológicos, corresponde a un acumulado de 60 mm o más en tres horas.
El pronóstico indica que durante el día se mantendrán lluvias de intensidad variable y aguaceros localizados con acumulados entre 20 y 50 mm en lapsos de 6 a 12 horas. No se descartan montos superiores a los 80 mm.
La nubosidad se extiende al Valle Central, donde se reportan lloviznas y acumulados menores a 10 mm. En el Pacífico Central y Sur podrían presentarse chubascos dispersos por la tarde, con montos entre 20 y 40 mm.
El IMN prevé una disminución de las temperaturas diurnas de entre 2 °C y 5 °C, especialmente en el Caribe, el Valle Central y zonas montañosas de la zona norte. Además, se esperan ráfagas de viento entre 30 km/h y 60 km/h, con máximos cercanos a los 80 km/h en el norte de Guanacaste.
La influencia de este empuje frío se mantendrá hasta el jueves, con una reducción significativa de los efectos a partir del viernes.
El IMN advierte que los suelos continúan saturados en el Pacífico Sur, así como en las cuencas de la zona norte y Caribe Norte. Por ello, solicita a la población extremar precauciones ante el riesgo de deslizamientos e inundaciones repentinas.
Entre las principales recomendaciones se encuentran:
- Evitar transitar o permanecer en zonas con riesgo de inundaciones o deslizamientos.
- Tener precaución por las ráfagas de viento, que podrían afectar techos, cableado eléctrico, rótulos y árboles, especialmente en zonas montañosas y Guanacaste.
- Atención especial a la navegación aérea por posibles incrementos en la turbulencia, y a la navegación marítima por mar picado en el Pacífico Norte y Golfo de Nicoya.
- No realizar quemas de ningún tipo, ya que podrían salirse de control.