Una llama súbita ocasionó el incendio que mató, este domingo, a un oficial de Tránsito y a su hijo mientras reparaban el tanque de combustible de un carro en su casa.
El hecho se registró a las 5:01 p. m., en una vivienda ubicada en Dulce Nombre de Jesús, 500 metros al oeste y 200 metros al norte del parque central de San Isidro de Coronado.
Ramón Luis Monge Salas, de 53 años, y su hijo, Luis Francisco Monge Fonseca, de 23 años, se encontraban en la cochera de la residencia cuando ocurrió la deflegración.
“Ese sería, preliminarmente, el lugar donde inició el fuego", manifestó Allen Moya, jefe de Prevención del Cuerpo de Bomberos.
"Por estar trabajando el tema de combustible, podemos suponer que sí había presencia de gasolina, ya que en los tanques siempre quedan residuos. En el lugar había cuatro vehículos y dos motocicletas”, relató.
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Detalló que, por lo observado en la escena, el vehículo que los Monge estaban reparando sería un Toyota Corolla. En el Registro de la Propiedad, Monge Fonseca aparece como dueño de un vehículo de ese tipo, modelo 1987.
“La casa era de 120 metros cuadrados y los vehículos se encontraban al frente. Este carro tenía problemas de fuga de combustible y por eso estaban reparando el tanque”, agregó Moya.
Algunos vecinos aseguran que escucharon una explosión.
“En menos de dos minutos eso explotó. Se oyó increíble y como el fuego subió y empezó a tocar cables, estos empezaron a echar chispas y ya las personas no podían acercarse", recordó María Laura Chinchilla, quien vive a escasos 50 metros de donde ocurrió la tragedia.
"Fueron segundos, porque había otras latas y sonaba como una lluvia de explosiones”, continuó Chinchilla.
Dicha versión no fue confirmada ni desmentida por el Cuerpo de Bomberos.
“Nosotros no (pudimos constatar si hubo una explosión), pero los vecinos refieren que sí hubo una. Hay versiones de ellos que concuerdan con lo que sabemos. Estaban desarmando el sistema de combustible, había vapores, y estos, con cualquier cosa, se inflaman. Sería una deflagración por vapores combustibles como lo manejamos de momento”, puntualizó Moya.
Dado que los vehículos se encontraban al frente de la residencia, padre e hijo buscaron escapar por la parte trasera. Según Chinchilla, Monge Fonseca habría salido primero pero, al ver que su progenitor no salía, se devolvió a buscarlo.
Cuando los rescatistas llegaron, procedieron a localizar a las víctimas, quienes fueron halladas en un baño ubicado cerca del patio de la casa, en donde buscaron resguardarse.
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“Fue horrible, no tiene explicación. Mi esposo le decía al bombero que oía gritos. Cuando apagaron un poco, pudieron entrar por detrás y sacar los cuerpos. A lo que se veía, iban con vida pero completamente quemados”, describió Chinchilla.
Padre e hijo fueron trasladados al Hospital Calderón Guardia y a la Clínica de Coronado.
Ambos iban en condición delicada y con quemaduras en el 90% del cuerpo. Posteriormente, ambos fallecieron en los centros de salud.
Profesionales
"La mecánica era una pasión, ya que cada uno tiene su profesión. Uno como oficial de Tránsito y otro empleado del ICE en fibra óptica. La mecánica era un hobby. A pesar de que Ramón tiene mucha experiencia, algo tuvo que haber pasado. Ellos era muy ordenados, muy rectos en sus cosas, muy alegres...como toda persona normal”, explicó Mínor Fonseca, familiar de los fallecidos.
Oscar Fonseca, padre de Mínor, explicó que Ramón utilizaba sus funciones como oficial de Tránsito para poder disfrutar de su pasión por la mecánica.
“Él era Oficial de Tránsito, pero también era un amante de la mecánica. A la delegación (donde trabajaba) le servía que él tuviera ese conocimiento. Ellos tienen la obligación de atender a las personas, pero no todos lo hacen. El sí, siempre que veía a alguien durante sus labores se detenía a ayudar y buscaba reparar el defecto.
"Ellos eran muy tranquilos, pero ya ve usted que no importa cuánto sepa, una desgracia le puede pasar a uno en cualquier momento”, agregó el mayor de los Fonseca.
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Cifras preocupantes
De acuerdo con la Unidad de Prevención e Investigación de Incendios del Cuerpo de Bomberos, un total de 26 personas han muerto en incendios este año.
Según Héctor Chaves, director del Cuerpo de Bomberos, esta cifra es la más alta en los últimos 12 años, desde el incendio del Hospital Calderón Guardia en el 2005. Solo en este incidente murieron 17 personas.
Durante el 2017, 14 personas perecieron a causa de un siniestro por lo cual la cifra casi se ha duplicado en menos de un año.
En lo que va del año, el Cuerpo de Bomberos ha atendido en total 1.018 incendios, según datos brindados por Chaves. Dentro de las principales causas se encuentran fallos eléctricos, la acumulación de gases combustibles o vapores, prácticas de fumado y fogones.

