La carne es un alimento de primera calidad ya que posee altas propiedades nutricionales gracias a sus niveles de proteína, hierro, vitaminas y minerales, como el zinc, yodo y selenio. Además, es una excelente fuente de proteína que ayuda al desarrollo de la masa muscular.
La proteína es ese conjunto de moléculas compuestas por aminoácidos esenciales para el crecimiento. Esta supone aproximadamente la mitad del peso de los tejidos del organismo y está presente en todas las células del cuerpo. Su importancia radica en que las proteínas participan en prácticamente todos los procesos biológicos que se producen en el organismo.
A pesar de estar presente en distintos alimentos como huevo, leguminosas y lácteos, es en la carne de res donde se encuentra una fuente rica de proteínas: por cada porción de carne se obtiene un 22% de proteínas.
Una de las ventajas nutricionales de la proteína en la carne de res es que el 94% de lo consumido es aprovechado por el cuerpo. además de que cuenta con 8 aminoácidos esenciales, necesarios en la dieta y que no son sintetizados por el cuerpo humano, por lo tanto, deben ser consumidos externamente.
"Solamente en una porción de carne del tamaño de la palma de la mano, una persona puede adquirir el 50% de proteínas necesarias al día. El otro 50% podría ser adquirido por medio de otros productos, como lácteos, huevos o leguminosas. Esto hace de la carne uno de los alimentos más completos", destacó Julio Rodríguez, asesor agrónomo de Carnes Don Fernando.
Según Rodríguez, estas propiedades pueden ser más aprovechadas en carnes libres de hormonas, antibióticos y aditivos.
Además de la importancia nutricional de la proteína, la carne posee vitaminas como la B12, la cual es un factor hemoglobínico, que es protector de la piel y del sistema nervioso.
La carne de res también posee hierro que juega un papel primordial en la actividad muscular, pues este mineral colabora transportando oxígeno a través de todo el cuerpo.
La carne proveniente de animales alimentados con pasto contiene CLA (ácido linoleico conjugado), el cual es un factor que ha demostrado combatir las células cancerosas- eso sí, siempre y cuando la carne esté libre de hormonas-.