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El informe de ONU Mujeres, publicado en el año 2020, reveló que solo un 35% de las mujeres estudian carreras relacionadas a la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEAM, por sus siglas en inglés), destacadas como “empleos del futuro” y motor del desarrollo sostenible. Este dato evidencia la enorme brecha de género que existe en esta industria.
Con el propósito de promover la integración femenina a estas profesiones, disminuyendo así la brecha de género que existe en estas áreas, la Universidad Castro Carazo desarrolló e implementó el Proyecto Nosotras. Desde el año 2016, esta iniciativa busca empoderar a las mujeres en su desarrollo laboral al apostar por las carreras de Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC).
“Este proyecto nació porque, para nadie es un secreto que, en el área de las ingenierías, las ciencias y la tecnología siguen existiendo diferencias. Para nosotros es importante que las mujeres se desarrollen en igualdad de condiciones, y que quienes estudian Ingeniería Informática o las especialidades en TIC acá en la Universidad logren concluir con éxito sus estudios y se inserten en el campo laboral”, aseguró María del Carmen Gamboa Umaña, directora de la Escuela de Informática de la Universidad.
Es así como desde entonces, la institución educativa ha centrado sus esfuerzos en implementar programas de formación, liderazgo, comunicación, emprendimiento, ciencia e investigación. Con ello se busca evitar la deserción de las estudiantes en estas carreras, esto a través de una educación integral, y motivarlas a que apliquen en puestos que le permitan poner en práctica sus conocimientos.
Esto sucede en el bachillerato de Ingeniería Informática, las dos licenciaturas y las especialidades de TIC que ofrece la Universidad, como Ciberseguridad, Bases de Datos, Computación en la Nube AWS, entre otras.
SINERGIA. Un trabajo interdisciplinario entre la Dirección de Vida Estudiantil y la Dirección de la Escuela de Informática ha sido clave para lograrlo. A lo largo de cada cuatrimestre, y de forma gratuita, se imparten talleres para despertar intereses vocacionales e informativos, webinars, charlas, talleres de especialización profesional, cine foros, conversatorios, participación en congresos, además de tutorías personalizadas para las y los estudiantes.
Sin embargo, es importante destacar que el Proyecto Nosotras está constituido en un modelo educativo que fortalece a las estudiantes como personas en igualdad de condiciones dentro de la sociedad, creando conciencia y respeto sobre las relaciones equilibradas; mientras que, en el caso de los hombres, se colabora en la construcción de masculinidades sanas para una mejor convivencia.
“Con esto buscamos que cada persona, desde su propia realidad, reconozca su potencial como agente de cambio, su valor individual y el de cada uno de las personas que son miembros de su entorno, porque esto nos permite construir una sociedad más justa, sana y equitativa. Con ello será posible generar espacios que sean cada vez más inclusivos”, explicó Ivania Vega, coordinadora del Proyecto Nosotras.
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(jacoblund/Getty Images/iStockphoto)
Una muestra de ello es la realización de una actividad especial llamada el Círculo de Sabiduría, este espacio está abierto a todas las mujeres que quieran participar, independientemente de si pertenecen a la comunidad universitaria o si son externas, y que aborda temas como la sororidad que es la hermandad entre mujeres, desmitificación del amor romántico para evitar relaciones de pareja abusivas, entre otros.
Los resultados de esta iniciativa ya comienzan a dar sus frutos. Una muestra de ello es que hay estudiantes graduadas que han desarrollado programas educativos para mujeres a partir de lo que aprendieron en el Proyecto Nosotras, y con ello se ha generado un impacto positivo en ellas.
“Esto refuerza nuestra teoría, de que al educar a cada una las estudiantes y empoderarlas, ellas mismas generan una red de mujeres empoderadas y esto es suficiente para seguir trabajando por este propósito. Es ese efecto multiplicador lo que nos garantiza que cada vez sea mayor el número de mujeres que se integrarán a las filas de ingeniería y tecnología, y con ello dejaremos atrás esa desigualdad profesional”, concluyó Vega.