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El consumo de fibra es una excelente estrategia para perder grasa y peso, ya que ofrece la sensación de estar lleno, por lo que se tiende a comer menos cantidad de comida. Además, ayuda a que el metabolismo se vuelva más eficiente al procesar los alimentos. A pesar de ello, algo debe quedar claro: no se trata de un quemador de grasa o adelgazante.
"Muchos tipos de fibra al entrar en contacto con el agua se hinchan, aumentando su tamaño en el estómago. Así nos ayuda a ingerir menos alimentos porque nos sentimos llenos antes", asegura la nutricionista Mariel Laitano.
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Es necesario aclarar que existen al menos dos tipos de fibra. La insoluble, que contiene cero calorías, debido a que el organismo es incapaz de absorber nada de ella. Por otro lado, la soluble, que aporta calorías ya que, a pesar de no ser procesada enteramente por el aparato digestivo, el intestino grueso sí sintetiza parte de los azúcares que contiene.
La fibra insoluble, que acelera el paso de los alimentos a través de los intestinos y le agrega volumen a las heces, se encuentra principalmente en alimentos como el salvado de trigo, los vegetales y productos elaborados con granos enteros.
Yazmín Alvarez Sandí, nutricionista y entrenadora ZENfit 506, comenta que para controlar el colesterol y la concentración de azúcar en la sangre, resulta ideal consumir salvado de avena, avena integral y legumbres, estos forman parte de las fibras solubles.
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"El salvado de trigo, los cereales y panes integrales, junto con las cáscaras y tallos de verduras, y frutas son ricos en fibras insolubles. Además, la mayor parte de los alimentos ricos en fibras resultan pobres en grasas, lo que los hace ideales para ser consumidos cuando se desea bajar de peso", detalla Alvarez.
Por otra parte, Patricia Vial, nutricionista de Nestlé Centroamérica, desmintió que la fibra provoque colitis. La fermentación de la fibra por las bacterias en el colon produce ácidos grasos que son usados como fuente de energía para su supervivencia. Ahora bien, un consumo de fibra demasiado elevado puede provocar molestias por la formación de gases. Esto sucede especialmente con alimentos como los frijoles, coles de bruselas, brócoli, coliflor y repollo.
La Organización Mundial de la Salud y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) recomienda consumir entre 25 y 30 gramos de fibra al día.
