La vitamina C resulta ser súper importante para el ser humano. El único inconveniente es que es el cuerpo no está en la capacidad de desarrollarla o almacenarla. De ahí la importancia de su consumo.
El jugo de naranja, por ejemplo, es una fuente muy famosa de esta vitamina. Sin embargo, cuando se recibe vía oral el organismo tiene la capacidad de absorber aproximadamente un 16%. Otra alternativa para obtenerla colocarla en el sistema intravenoso de forma directa. De ahí la fama que están tomando las terapias de vitamina C.
Mariela Murillo, medicina regenerativa de Inner Wellness Center explicó que la diferencia de la terapia endovenosa y la alimentación es la cantidad de absorción de la vitamina.
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“Cuando nosotros consumimos vitamina C de las frutas o de otros alimentos, la absorción varía de acuerdo a la cantidad que consumimos, por ejemplo cuando consumimos 15g vía oral absorbemos aproximadamente un 16% de ésta, sin embargo cuando la aplicación es intravenosa la absorción es del 90%”, detalló.
La terapia de vitamina C se aplica de manera intravenosa, esto quiere decir que se le coloca un catéter de pequeño calibre en la vena y por ahí se suministra el suero que contiene la vitamina C, el procedimiento dura aproximadamente unos 30 minutos.
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La alta dosis de vitamina C ayuda a combatir gripes, infecciones, alergias, asma y bronquitis. Además, genera un efecto protector en los tejidos por lo que se recomienda su uso en quemaduras, arrugas, celulitis, preoperatorio, postoperatorio, quimioterapia, deportistas, ejercicio físico extremo y vejez prematura.
Es efectivo para pacientes con problemas menstruales, enfermedades reumáticas, artríticas, diabetes, cáncer, SIDA y en los problemas de metabolismo (colesterol, triglicéridos), ya que apoya la oxidación de las grasas.
La dosis y frecuencia de aplicación de la terapia dependerá de las necesidades de cada persona.