Como parte del reconocimiento y el homenaje a la cultura en el mes histórico de la Afrodescendencia en Costa Rica, en Revista Dominical invitamos a seis personalidades destacadas de la comunidad afrocostarricense para que, a partir de la gastronomía, nos contaran sus historias de éxito.
La joven deportista Cheryl Bryden, seleccionada nacional en rugby, compartió la receta secreta de su familia del delicioso Johnny Cake. Además, los músicos Banton, DJ P y Toledo, la diputada Katherine Moreira Brown y el escritor Quince Duncan; también abrieron las cocinas de sus hogares para invitarnos a disfrutar de la buena cuchara caribeña.
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En la vida de la atleta costarricense Cheryl Bryden hay valores muy arraigados, como la disciplina y el respeto. Gracias al amor y al cuidado de su familia, Cheryl aprendió muchos de esos valores que son indispensables, pero el deporte los complementó con otras enseñanzas que han servido para que la joven de 20 años afronte la vida desde su condición de mujer, negra y practicante de un deporte no tradicional como el rugby.
Desde hace tres años Cheryl es seleccionada nacional en este deporte y desde entonces se ha propuesto llevar con orgullo el nombre de Costa Rica a lo más alto. La vida de la deportista también tiene mucho que ver con la receta que nos preparó con un poquito (o mucha) de la ayuda de su mamá, doña Rowena Watson.
El amor por los deportes en Cheryl nació desde muy pequeña. Ella es la menor de tres hermanos y en casa siempre fueron importante las actividades físicas: jugó fútbol y también practicó atletismo, pero fue el rugby el que la encantó.
Cheryl puso manos a la masa, más bien a la harina para preparar unos sabrosos Johnny Cakes, una receta muy tradicional en su natal Limón y cuyo resultado es un delicioso pan un poquito duro por fuera, pero con una increíble suavidad interna. Cheryl, en tanto, es una jovencita con una dulzura que transmite desde su amplia sonrisa hasta el amor que profesa por su familia, sus tradiciones y, por supuesto, el rugby.
Pero vamos a los ingredientes del delicioso Johnny Cake. Harina, sal, mantequilla, leche de coco y polvo para hornear. Cheryl revolvió primero en un tazón los elementos secos, luego agregó la mantequilla y poco a poco comenzó a revolver. Este es un proceso lento, pero en las casas limonenses se hace con mucho amor.
“Este pan se hace para complementar comidas. Mi mamá nos ha contado que hubo momentos complicados donde lo que había era harina, mantequilla y leche y eso nos servía para comer. Es un pan sencillo, pero que tiene un gran sabor y alimenta bastante. A mí me gusta comerlo sin nada, pero se le puede poner cualquier acompañamiento como mantequilla, jalea o queso”, contó la joven mientras con sus manos le daba forma a la masa que ya tenía agregada la leche de coco.
La vida de Cheryl cambió de su querido Limón a Heredia cuando comenzó sus estudios. Actualmente ella y sus dos hermanos mayores viven en Barva porque desde ahí pueden desplazarse más fácilmente a sus universidades. La joven atleta estudia ingeniería en computación en la Universidad de Costa Rica y es parte del club de rugby Cadejos de Santa Ana y también de la Selección Nacional, donde juega en la posición llamada wing (la que más corre).
La vida de la joven limonense es de mucho esfuerzo, pues sale todos los días muy temprano para ir a clases, durante el día cuando tiene intervalos entre lecciones va al gimnasio y entrena por las noches. “Más allá de ser un sacrificio, es un estilo de vida. Los fines de semana aprovecho para estudiar y hacer tareas, no es nada fácil y a veces a uno se le va la motivación, pero en la vida no todo puede hacerse por motivación, sino que también por disciplina; eso es algo que me ha enseñado el deporte”, dijo.
Tras un buen rato de amasar, Cheryl pidió ayuda de manos expertas. Doña Rowena estaba vigilando que la preparación de su hija fuera por buen camino y en un momento fue ella quien puso manos a la obra. Ya cuando la masa estaba en su punto (ni muy líquida, ni muy espesa y que se pudiera manejar con facilidad), comenzó el proceso de hacer las bolitas de pan. En una bandeja, la atleta colocó una bolita al lado de la otra.
“Mi familia es muy unida, siempre estamos pendientes de los demás sin importar que estemos lejos físicamente”, contó Cheryl.
El pan entró al horno. Al poco tiempo el típico olor a pancito recién horneado nos embargó en la casa de Cheryl. Mientras esperábamos unos 15 minutos a que la preparación estuviera lista, tomamos un buen vaso (varios) de hiel, también conocida como agua de sapo.
Con los pancitos recién salidos del horno, calientitos y listos para comer, Cheryl recordó la importancia de los aportes que la cultura afrodescendiente le ha dado a Costa Rica. Además reconoció que la región necesita más apoyo en diferentes ámbitos, como el deportivo y la educación.
“Hay muchas áreas en las que hace falta el apoyo. Es necesario que las autoridades y los costarricenses se acerquen, que conozcan la cultura y los logros que hay porque si se acercan y ven todo eso nos apoyarían más. La región necesita que vuelvan la mirada hacia ella también”, dijo.
“La cultura afrocostarricense tiene muchísimos valores muy fuertes, empezando desde la validez del esfuerzo, la familia, la unión comunitaria para contar con otras personas. También el hecho de creérnosla mucho porque cuando, por ejemplo, yo voy fuera del país y dejo un poquito de mi cultura para que otros aprendan de ella, lo hago con mucho orgullo”, afirmó .
Receta:
Ingredientes:
- Harina.
- Sal.
- Mantequilla.
- Leche de coco.
- Polvo para hornear.
Preparación:
- En un tazón mezclar los ingredientes secos luego agregar la mantequilla y amasar.
- Incorporar la leche de coco y terminar la masa.
- Formar bolitas.
- Poner la preparación al horno al menos 15 minutos.