EscucharLos Ángeles, California. Pese a que eran minoría, pues en Los Ángeles residen 800.000 guatemaltecos, ayer, unos pocos ticos llegaron al Coliseum ilusionados por observar al equipo que hace dos meses les hinchó de orgullo.
Desde Cerrillos, Pasadena y Howthorne, entre otras ciudades, costarricenses con años de vivir en Estados Unidos formaron la pequeña mancha roja que vibró.
“Siempre vengo a los partidos de la Sele con mi familia, soy de San José y hace hace muchos años vivo acá, pero siempre apoyo”, expresó Gianina Redondo.
Acompañada por Manuel Muñoz, de Desamparados, y Rafael Araya, de San José centro, esta aficionada portaba su camisa blanca con la palabra “Ticos” en el pecho.
A su lado, Muñoz vestía la camiseta roja que la Selección usó en el Mundial de Alemania 2006.
“Hoy (ayer) espero un triunfo, tenemos que entrar –al partido– concentrados, como si estuviéramos jugando contra Italia o Inglaterra”, manifestó Muñoz.
Y es que la estela del paso que dejó Costa Rica en Brasil, con partidos memorables y un octavo lugar histórico, mueve las fibras más profundas adonde haya coterráneos.
“Me ilusiona ver parte del equipo que jugó en el Mundial, no por ser una Copa Uncaf hay que jugar mal, tenemos que ganar para ir a la Copa América”, añadió Muñoz.
Con una bandera tica en la espalda, orgulloso del país que lo parió, más allá de que su acento es casi estadounidense, Rafael Araya dijo que ver a la Tricolor es una pasión.
“Desde que terminó el Mundial quiero ver a la Selección, es una fiebre. Acá ahora la gente reconoce a nuestro país”, apuntó.
Araya, profesor de física y matemáticas en el Occidental College, pronosticó un juego difícil por la experiencia en ofensiva de Guatemala, pero ilusionado, se mezcló entre el mar chapín para formar esa pequeña mancha roja que vibró.
