Es probable que hasta los más incrédulos reconozcan que el llamado de Elías Aguilar a la Selección Nacional Costa Rica era necesario y merecido. Su desempeño en la presente campaña ha corroborado que, de sobra, le alcanzaba para asistir al Mundial de Qatar.
Acumula 11 asistencias a gol, seis más que el segundo lugar en este rubro (Paulo Rodríguez, con cinco) y basta con evaluar a fondo el desempeño de Herediano en esta campaña para darse cuenta de que este número se queda corto, en comparación a la producción ofensiva del volante rojiamarillo.
Básicamente, Elías paga las consecuencias de un equipo con pocos atacantes finos de cara a gol, lo que disminuye sus cifras individuales. Entre Jesús Godínez y Aguilar han cargado con el peso de ataque de Herediano.
Al número de pases gol hay que sumarle su aporte en salida, muy influyente en el juego creativo florense y su enorme creatividad para cambiar el ritmo del juego a través de sus pases largos, o al espacio hacia los carrileros.
Las ausencias de Aguilar de la Selección Nacional no tienen una justificación lógica cuando se evalúa lo futbolístico. La lejanía entre Costa Rica y su último destino, Corea del Sur, sirvió como ‘excusa’ para olvidarse del mejor volante central que posee nuestro fútbol desde hace cuatro años, cuando se le excluyó de la ruta hacia Qatar.
Elías ha visto cómo se esparcen mitos sobre su juego que, a la postre, los técnicos de la ‘Sele’ utilizan para no decir la verdad sobre sus ausencias.
Por ejemplo, se justifica la extinción de la figura del ‘10′, pero resulta que Elías evolucionó de tal manera que puede jugar como volante mixto o, según el momento del partido y el rival, como un mediocampista interior recostado por izquierda.
En algún momento también se cuestionó que físicamente no corría lo suficiente para rendir en el fútbol internacional, pero en una liga mucho más rápida y superior a la nuestra, como la de Corea del Sur, se afianzó y se mantuvo durante cinco años.
Por si las dudas, hace un tiempo le consulté al expreparador físico de la ‘Sele’, Erick Sánchez, sobre el crecimiento de Elías y me confirmó que, en el 2015, cuando fue llamado por Paulo Wanchope, dejó ver una mejoría notable en sus números físicos.
Recién se adaptaba a Corea del Sur, pero ya había mejorado su estado de forma y aspectos puntuales como los kilómetros recorridos, lo que se reflejó en un premio individual: Fue nombrado como mejor jugador de esta liga en la campaña 2014-2015.
Es decir, desde hace ocho años pasaba un excelente momento y aún así Costa Rica optó por desperdiciar su calidad en la Selección.
Otro ‘mito’ evidente es que, para un sector de la afición, le ha quedado grande la camiseta de la Selección Mayor, cuando en realidad fue el revulsivo más influyente en la Copa Oro del 2019, en la que anotó dos goles viniendo desde el banquillo.
El resto de convocatorias han sido esporádicas. Nunca le han permitido adaptarse, formar parte del grupo ni le han dado la confianza para consolidarse.

Quizás, la mejor forma para confirmar que el caso de Elías es una absoluta injusticia, es que mientras él jugaba partido tras partido en Corea del Sur, Óscar Ramírez y especialmente Luis Fernando Suárez decidieron llevar a las Copas del Mundo a un buen número de futbolistas que ni siquiera estaban consolidados en sus clubes.
O que no pasaban su mejor momento deportivo.
Por ejemplo, Álvaro Zamora (Saprissa) y Anthony Hernández (Puntarenas) apenas tenían seis meses en Primera cuando se les convocó al Mundial y Douglas López aún padecía de múltiples altibajos en Herediano.
El argumento de ni siquiera convocar a Elías en la ruta hacia Qatar se vuelve todavía más absurdo cuando se revisan las estadísticas de la ‘Sele’, a la que le costaba un mundo encontrar la profundidad en el último cuarto de cancha.
Aparecieron los chispazos de Joel, hubo un progreso defensivo en la segunda vuelta del proceso y, evidentemente, Keylor Navas tuvo una eliminatoria extraordinaria. Sin embargo, en el funcionamiento de ataque la ‘Sele’ mejoró muy poco.
Suárez llamó a más de 102 futbolistas para buscar nuevas ideas... pero se negó a convocar a Elías. Increíble.
La verdad es que el volante no fue llamado a la ‘Sele’ por la mediocridad ofensiva de los últimos técnicos de Costa Rica, incapaces de aprovechar su talento y exprimir su excelente pase a gol.
Lo más fácil era defenderse y jugar con un estilo mezquino y mediocre.
Espero que, esta vez, a sus 32 años, Elías reciba las oportunidades que tanto mereció en el pasado y se convierta en pilar de la Selección de Costa Rica.