
El emblemático estadio Maracaná, ubicado en Río de Janeiro, podría tener nuevo dueño. El gobierno estatal decidió incluirlo en una lista de bienes públicos que planea vender para reducir una deuda millonaria con el gobierno central de Brasil.
La iniciativa forma parte de un plan de ajuste fiscal que ya sumó 48 inmuebles a una posible venta. Inicialmente, el Maracaná no figuraba en la lista, pero fue incorporado en una modificación posterior.
La deuda asciende a $2.186 millones y debe pagarse en 2026, según el programa federal de reestructuración financiera.
El precio estimado de venta del estadio ronda los $370 millones. Esa cifra lo convierte en un bien accesible solo para un grupo reducido de inversionistas, y ha generado un fuerte debate en Brasil.
Rodrigo Amorim, presidente de la Comisión de Constitución y Justicia de la Asamblea Legislativa de Río de Janeiro, aseguró que el Estado invierte cerca de $185.000 por cada partido en mantenimiento del recinto. Añadió que los gastos actuales resultan insostenibles.
La propuesta será sometida a votación en el pleno de esa Comisión. De aprobarse, el proceso de venta avanzaría, aunque no sería simple por razones legales y contractuales.
El Maracaná, inaugurado en 1950, albergó momentos históricos del fútbol mundial. Uno de los más recordados fue la final del Mundial de 1950, conocida como el ‘Maracanazo’, en la que Uruguay venció a Brasil ante unas 200.000 personas. También fue sede de la final del Mundial 2014 y de eventos como los Juegos Olímpicos de Río.
El empresario Eike Batista intentó adquirir el Maracaná hace más de diez años, pero la iniciativa no prosperó. Esto demuestra la complejidad que conlleva cualquier operación sobre este inmueble de alto valor simbólico y legal.
Hoy, el estadio tiene un aforo de 78.838 espectadores sentados, muy lejos de los casi 200.000 que recibió durante la final del Mundial 1950. Su valor económico y su carga histórica lo colocan en el centro de una controversia nacional.
*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.
