Paulo César Wanchope, técnico del Deportivo Saprissa, terminó satisfecho con el primer juego de la semifinal, no solo por la goleada 4-0, sino también por el desempeño de su equipo.
Paulo no ha tenido reparos en elogiar a sus futbolistas, incluso en hacer valoraciones individuales, pero el domingo anterior hubo algo que lo molestó.
“Soy humano, tampoco voy a jugar aquí de santo, porque a veces sí pierdo la cabeza, y el domingo la perdí, porque era muy evidente”, dijo Paulo César en la conferencia de prensa previa al compromiso del miércoles ante Herediano en el Estadio Carlos Alvarado.
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- ¿Qué pasó, Paulo, qué lo hizo enojar? ¿Acaso fue la reacción de Esteban Alvarado contra algunos de los futbolistas de Herediano que estaban en la banca?
- En términos generales, creo que los jugadores deben tratar de conservar la calma y evitar sacarse amarillas innecesarias, como las que se producen en disputas del balón. Prácticamente es eso, y cada quien tiene su personalidad; algunos son más introvertidos, pero aquí vamos a tratar de competir de la mejor forma, de disfrutar, de jugar al fútbol y de no dejar que el ambiente nos absorba.
Wanchope no se refirió a una acción específica del partido del domingo anterior, pero hubo un momento en el que Kendall Waston le reclamó con insistencia a Steven Madrigal, árbitro del encuentro, y el juez le mostró la amarilla.
“Es difícil que el ambiente no nos envuelva, porque hay más tensión, ansiedad y situaciones al límite. Es muy fácil, desde afuera, que la gente diga cómo tal jugador va a perder la calma, pero hay que estar ahí, con toda la tensión y el estadio lleno. En términos generales, mi expectativa y el mensaje que constantemente le doy a los muchachos es tener calma, cabeza fría y controlar el temperamento para poder disfrutar del juego y que la gente también disfrute”, resaltó Wanchope.
Paulo agregó que siempre espera que un partido termine como inicia, once contra once.
“A veces los jugadores somos muy egoístas, porque no se piensa en el aficionado, no se desglosa el esfuerzo que hace la afición para ir a ver un partido, para ver el espectáculo, para sentir lo emocionante. Pero si hay una o dos expulsiones, se tiran al suelo, se pierde tiempo, y eso es injusto para la gente”, indicó Paulo.
- ¿Entonces, qué espera en estos juegos finales?
- Que mis jugadores se comporten, que conserven la calma, que puedan controlar el carácter, el temperamento y que puedan aplicar lo que hemos trabajado y planificado. Hay demasiada nebulosa en el ambiente, no sé qué va a pasar con el VAR y no voy a estar ahí viendo si el VAR lo revisan o no. Me centro y concentro en lo mío, en lo que puedo controlar, en la planificación del juego, en el video que le vamos a mostrar a los muchachos y en el plan del partido.

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