En su mano derecha, Azucena Álvarez, mamá de la boxeadora Yokasta Valle, sostuvo una diminuta medalla azul, la cual aprieta con fuerza mientras reza, como acto de fe, esperando que su hija salga bien librada y todo le salga bien en el combate.
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Azucena, al borde del ring en el Gimnasio BN Arena de la Ciudad Deportiva Heiner Ugalde de Hatillo, observó sentada la pelea del sábado, donde Yoka retuvo el cinturón de las 105 libras de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), al derrotar a la filipina Carleans Rivas por nocaut, en el sexto asalto.
La mamá asegura tener mucha fe y antes de cada pelea persigna a su hija y la encomienda a la Virgen María, para que interceda por ella y que no solo gané, sino que además le permita terminar sin ser lastimada.
“A mí no me gusta el boxeo, pero yo voy a apoyar a mis hijas siempre. A Yokasta le gustó la adrenalina y en el boxeo encontró esa sensación. Ahora le siguió los pasos mi otra hija, Naomi. Este deporte es de riesgo, es por eso que se las encomiendo a la Virgen María, a la Medalla Milagrosa, para que interceda por ellas y las proteja siempre”, comentó Álvarez.
Con cada golpe que recibió Yokasta, Azucena Álvarez apretó más fuerte la medalla teniendo la convicción que la madre de Cristo protegería a su hija pugilista y además se quedara con la victoria.
“Tengo temor, pero me agarro de Dios, sé que me las protege. A mí Yokasta y Naomi me van a matar de un infarto. Lo bueno es que ellas tienen un gran entrenador, se esfuerzan mucho y hacen caso a todo los que les indica”, afirmó la madre.
Siempre reza por mí. La pelea terminó, el triunfo quedó en casa y Yoka hace una pausa en la celebración en el ring para buscar a su madre y abrazarla. Le toma la mano derecha, donde tiene la pequeña medalla, el amuleto que le llena de fe y tranquilidad.
“Ella siempre está rezando durante la pelea. Con la medallita milagrosa en la mano le pide a Diosito que salgamos bien las dos y a la Virgen que nos acompañe, que interceda por nosotras. Yo me siento muy bien sabiendo que ella está aquí apoyándonos para que todo nos salga bien”, confesó Valle.
Yokasta comentó que durante la pelea ante Carleans Rivas hizo caso a todas las indicaciones de su entrenador Marco Delgado por lo que la estrategia salió a la perfección y lograron mantener el título de la 105 libras de la FIB, que tanto les había costado.
“Desde el principio estuve conectada con mi esquina. Mi entrenador Marco Delgado me insistía que no le diera espacio a Carleans, que la presionara porque ella tenía los brazos más largos. Aquí es donde se reflejó todo el entrenamiento, la dedicación en cada práctica”, dijo Valle.
Yokasta manifestó que siempre trató de minar las fuerzas de su oponente, no permitirle crecer, porque era muy aguerrida.
“Carleans era muy fuerte, respondía a los golpes a pesar de estar débil, tiraba a pesar de estar cansada. Tenía claro que a pesar de dominar el combate debía estar atenta a sus contragolpes, pues era peligrosa”, admitió Valle.
Curiosamente Yokasta derrotó a Rivas en el sexto asalto, episodio en el cual la filipina había prometido noquear a la tica.
“Al estar en el quinto round me acordó de lo que había dicho y me dije ‘vamos a ver si me noquea o yo la noqueó: Al final pude vencerla. Para mí fue un sueño ver este gimnasio lleno y me emocionó escuchar a la gente con el ‘Yoka, Yoka’. También me gustó mucho la canción que me dedicó el cantante Tapón. Hoy hicimos respetar la casa y logramos que el título se quedara en Cosa Rica”, finalizó Valle.