Un malhadado golpe en el round 14, que no se sabe de dónde salió –reconocería el vencedor–, acabó con el sueño de Álvaro Rojas de ser el primer campeón mundial nacido en Costa Rica.
Era la segunda vez que un boxeador tico disputaba un fajín del mundo; en esta ocasión ante el japonés Ishimatzu Guts Suzuki, por el título ligero (135 libras) del Consejo Mundial de Boxeo
Alvarito –como se le conoció en sus años de pugilista– es el único pugilista tico en pelear dos veces por un título del mundo y el único que disputó un combate de este calibre en las mismas condiciones en las que lo hará Bryan Tiquito Vásquez.
Vásquez se medirá con Takashi Uchiyama este 31 de diciembre en Tokio,
“Dígale a Tiquito que le deseo toda la suerte del mundo”, expresó el ahora árbitro de boxeo y propietario de una mueblería que lleva su nombre.
Lo dijo con esa propiedad de quien sabe lo que se viene.
Japón es una de las plazas más complicadas para cualquiera que no sea nativo de la tierra del Sol Naciente: sus fallos caseros son cosa conocida en el mundo.
Ojo a este dato: para la pelea de Rojas y Suzuki –el 4 de diciembre de 1975 en el auditorio de la Universidad de Nihon, en la capital japonesa– los jueces fueron anunciados solo 30 minutos antes.
De acuerdo con la reseña de la agencia UPI, consignada por La Nación , el japonés se mantuvo retrocediendo durante la mayor parte del choque, mientras Rojas se le metía en la guardia.
El desenlace fue inesperado. “Fue un contragolpe. No sé cómo le pegué. Fue una pelea dura”, sostuvo Ishimatzu entonces.