Brincar sobre cualquier persona ya es una tarea sumamente difícil para cualquiera, por más que sea un atleta, pero hacerlo en un partido oficial y en un deporte de tanta exigencia como la NFL (fútbol americano) toma tonalidades de algo casi irreal. Si se le quieren sumar más ingredientes a esta misión imposible, la hizo un jugador de 108 kilos sobre otro de 1,85 metros.
Por más que no le guste este deporte, vale la pena dedicar unos segundos para ver y comprender cómo se logró algo de tal magnitud. Y es que no fue ningún lujo y tampoco lo hizo el más ágil de todos, sino que quien voló por encima de un rival fue un mariscal de campo, quien se caracteriza generalmente por pasar bien el ovide, por su precisión y su rapidez mental, pero no por dar saltos de este tipo.
Claro, si es fanático de la NFL, entenderá que Josh Allen no es el mariscal de campo promedio y que pese a su peso y su 1,96 m, tiene una capacidad extraordinaria para correr. Por algo es una de las estrellas más grandes del momento y a sus 26 años está llamado a triunfar y derribar récords.
De igual forma, esto no hace menos asombroso lo que consiguió Allen, quien en el duelo entre los Buffalo Bills y los Kansas City Chiefs de este domingo se saltó al defensivo Justin Reid (1,85 m y 94 kg).
Seguidores de los Bills y hasta los adversarios no dejan de ver desde diferentes ańgulos la acción que será recordada para siempre por lo extraordinaria que fue y a la velocidad que se dio.