
La Ribera de Belén
Giancarlo Pipo González tiene claras sus metas y afirma querer ir más allá del Palermo de Italia, por eso, asegura sentirse listo para dar el salto a un club más grande y asumir el reto que ello conlleve, según reveló en entrevista con La Nación.
La reflexión la hace luego de una temporada que calificó como la más desgastante de su carrera, debido al embotamiento mental que provoca luchar para no descender, objetivo que al final logró el equipo rosa.
El central, además, reveló que jugó pese a una dolencia en el tobillo. Eso, sumado a la falta de vacaciones en los últimos cuatro años, lo llevó a pedir autorización para no disputar la Copa América Centenario.
Respecto a la Selección Nacional, González indicó no sentir temor por la posibilidad de perder su puesto en la titular de cara a la hexagonal final, ya que espera regresar en buen nivel.
Vamos a su última temporada. ¿Cómo vivió su segundo año en Italia?
Nunca había peleado un descenso y ahora me tocó. Es una situación, fea pero salvarse es como celebrar un campeonato, pese a que mí no me gusta decir esto porque voy a sonar como muy mediocre, de hecho yo me sentía raro. Sin embargo, se logró mantener el trabajo de varias personas, como los utileros y masajistas, quienes celebraban y eso te llena.
¿Fue su año deportivo más complicado, con mayor desgaste?
Sin duda fue la temporada más desgastante; de 38 partidos jugué 34, tuve que venir a la Selección, tuve que pelear el descenso, nos salvamos en la última fecha, es decir, necesitamos de todos los partidos para salvarnos.
¿Queda algún aprendizaje de una campaña así?
El aprendizaje que queda es que en la Serie A hay momentos claves como una vez que íbamos empatando 0 a 0 con Empoli y al final perdimos en el último minuto. En lo personal, sé que tengo luchar del primero al último minuto; esto es increíble, pero las cosas más pequeñas suman y además se demostró que con unión de grupo se puede marcar diferencia.
De sus dos años en Italia, ¿con cuál se queda?
Este tema lo veo de una forma diferente. Cuando llegué tenía un equipo hecho con jugadores como Dybala, Ezequiel Muñoz... en el segundo año ya los jugadores no estaban, quedaron futbolistas de experiencia como Sorrentino, Maresca, yo, pero también hay muchos jóvenes, no es que carezcan de calidad, sino que les falta recorrido futbolístico. Hay un proceso para que estos jugadores jóvenes no cometan errores. La gente compara mucho mis dos años, pero son dos temporadas muy diferentes.
¿Llegó la hora de cambiar de club?
Obviamente tengo mis sueños y quiero crecer. Si viene una buena opción y el Palermo está de acuerdo, bienvenida sea. Tengo sueños de jugar Champions y Europa League; sé que si se trabajo fuerte llegará el momento.
¿Es la hora de ir más allá en cuanto al nivel deportivo?
Cuando usted juega domingo a domingo con esos buenos jugadores, uno se exige al máximo. Quiero ir a más y me gusta actuar contra los buenos porque yo quiero ser bueno. Si tengo que dar más, lo daré, me siento listo para el momento en que llegue la oportunidad.
¿Cómo cree que lo ven en el club? ¿Un proyecto de venta a futuro?
Todos sabemos que el Palermo tiene una filosofía de compra y venta, esa es la fe mía. Mi idea siempre ha sido jugar en Palermo de paso y saltar a un club más grande; obviamente esa es la idea de ellos porque es la forma en que trabajan. Tenemos dos años más de contrato y hay que esperar.
¿Hace cuánto no tenía un periodo de vacaciones?
Desde que salí a Noruega en 2012 no he tenido cinco días de descanso seguidos, porque comencé a jugar en la Selección y cuando había un mes de vacaciones, tenía microciclos y demás. Es importante tener tiempo con la familia, con los hijos, también para uno como persona hay que descansar la mente porque cuando uno está en el fútbol requiere muchas cosas. A veces la gente solo ve el partido, pero atrás de eso hay muchas cosas como exigencia mental, buena alimentación y demás.
¿Qué hacía falta descansar en su caso?
Siento que el fútbol es mental y los últimos partidos de la temporada fueron muy duros, no fue fácil. Tuve nueve entrenadores, nueve cuerpos técnicos diferentes, y eso también desgasta. Nosotros peleamos el descenso, estábamos en un ambiente fuerte de mucha presión porque sumamos 13 partidos sin ganar y la gente estaba un poco pesada con nosotros; eso también para mí, para mi familia, era difícil. Estamos en un país con una cultura diferente que también lo pone a uno a pensar.
"De hecho mi familia se vino antes y no estuvo en las últimas fechas del campeonato porque nos estábamos jugando la vida futbolísticamente y uno quiere cuidar a los de uno... Yo les dije 'mejor vayan ustedes y yo, si pasa cualquier cosa, sé que es más fácil encontrar tiquete para uno que para tres', entonces son cosas que no se saben".
¿Y físicamente?
Son cosas que el fútbol exige, si uno se mete en algo es al 100%, Hay cosas en el fútbol que no se saben, por ejemplo en este campeonato jugué con un dolor de tobillo la mayor parte del certamen, tuve que jugar con antidoloríficos en algunos partidos de Serie A. Mi cuerpo lo resintió, tuve que hacer mucha terapia en el cierre, de hecho por ahí nació la decisión de guardar reposo, porque el año que viene quiero estar en la hexagonal al 100%.
¿Lo del tobillo es para preocuparse?
Fue un golpe en un partido, me causó una molestia, esto no era para salirme del campo, pero sí era un dolor que si me esforzaba todos los días, generaba mayor problema. Los doctores me recomendaron dar descanso y por eso se tomó la decisión ahora.
¿Estaba embotado Giancarlo González?
Yo estaba cansado mental y físicamente porque siempre me entregaba al 100.
¿Cómo ha tomado las críticas por no ir a la Copa América?
Es que la gente puede pensar lo que quiera y nosotros como jugadores respetamos, pero no vamos a entrar en una discusión. Sí les puedo decir que cuando uno se mete a opinar sobre algo, como ahora el fútbol, puede ver que hay muchas cosas atrás que no se ven, entonces sí van a juzgar, tienen que conocer bien a fondo el tema.
Lo cierto es que la competencia en la Selección está dura y al no ir se cede terreno. ¿Cómo ve su participación en el once estelar?
A mí me gustan que me exijan, que los compañeros estén haciendo bien su labor es bueno para uno porque crece. Si uno juega con malos, se hace malo, si a usted le toca con buenos, pues se hace mejor; esto es bueno para la Selección y para uno.
¿No tiene temor de perder su lugar como titular?
No, porque yo confío en mis cualidades y sé que voy a volver con más fuerza y motivación, con más ganas. Sé que hay cosas como la dolencia que tenía, la cual recuperaré y así podré pelear al 100% con mis cualidades contra mis compañeros. En cambio, si voy a la Copa y no estoy al 100%, puedo jugar mal y así poner en duda mi lugar. Uno tiene que ser honesto con uno, con el técnico y el país.
