Elías Aguilar cumple su cuarta temporada en Corea del Sur. El volante creativo se fue al país asiático en la temporada 2017 y desde entonces se ha encargado de abrir un camino para costarricenses.
Él no solo consiguió mantenerse, sino que también vio cómo después de que llegó se sumaron otros como Marco Ureña y Jonathan Moya.
Elías evaluó junto a La Nación sus cuatro años lejos de Costa Rica, en un país donde al único tico que se recordaba antes de su llegada era a Jeaustin Campos, quien estuvo en esas tierras dos décadas antes.
Aguilar es enfático en que su primer año en territorio coreano fue duro, de aprendizaje y además de lágrimas, porque muchas veces se cuestionó qué estaba haciendo tan lejos de Costa Rica, luchando con un idioma desconocido, una cultura muy diferente y un clima poco común.
“En el primer año pasé momentos difíciles, lloré mucho, pero luego yo mismo me preguntaba: ¿Por qué lloro? Si al final esto no va a ser para siempre, entonces yo mismo iba entiendo que eran barreras que debía superar”, contó el jugador.
“No sé si ha estado en lugares fríos, yo llegué en febrero y no sentía los dedos de los pies, fueron cosas que te tenés que adaptar y son diferentes, también la cultura, el idioma, el contacto con la familia. Es otro mundo en el que yo estoy, pero bueno es cambiar... Acá me han tratado muy bien, tengo amigos que me han ayudado muchísimo”, agregó.
Aguilar señaló que en su momento tuvo otras opciones que cualquier otra persona pensaría son más atractivas, ya que representaba ir a Europa o latitudes no tan lejanas.
“Es bueno. Al final es una cultura diferente, la gran mayoría de ticos sueña con ir a Europa, pero no sé, mi criterio personal es que no solo porque estás en un país que pertenece a Europa es que estás en una liga de alto nivel, hay países de Europa o ligas que no tienen gran diferencia con Costa Rica. Yo vine aquí, el primer año fue muy complicado, pero le puedo decir que estoy en la mejor liga de Asia”, explicó.
Cuando Aguilar llegó, el último recuerdo que se tenía de Costa Rica en Corea del Sur era Jeaustin Campos, no obstante desde su arribo han aparecido más futbolistas ticos en ese país.
Hace un tiempo el atacante Marco Ureña militó en la primera división, mientras que ahora Jonathan Moya llegó a ese lado del mundo.
“Me queda un año y 2022, vamos a hacer las cosas bien este año en lo personal y como equipo. En Corea hay muchas cosas que se saben y hay agentes que me preguntan, yo doy referencia y quiero que todo el mundo pueda crecer económicamente, ojalá se traigan a todos. Mantenerse acá no es fácil porque solo se pueden tres extranjeros por club, la competencia es difícil”, profundizó.
“Mi clave es la mente. Yo he pasado muchas cosas difíciles más allá del fútbol, no es porque yo esté aquí, pero no siempre la gente aguanta. He tenido compañeros brasileños que nunca se adaptaron”, confesó.
De hecho, el exflorense no escondió que en el segundo año de competencia estuvo cerca de regresar al país, no obstante su mentalidad no se lo permitió.
“En el segundo año pensé que estaba listo para volver a Costa Rica. A veces te ponés muchas excusas, pero a lo largo del tiempo superé miedos, si me preguntas yo analizo un año y digo: superé detalles que me sirvieron para hacerme más fuerte. Yo jugué mucho con la mente y fue muy importante demostrarme que tenía agallas”, enfatizó.
En tres temporadas, el creativo contó que siente que su principal mejoría está en que ahora es un futbolista mucho más dinámico.
Elías dijo que ahora entiende el fútbol de una manera mucho más veloz, pese a que físicamente no era su fuerte antes.
“Yo acá estoy en un mejor nivel que Costa Rica, creciendo como persona, llenándome de más valores, ha sido una experiencia muy buena y muy enriquecedora, y acá estamos y espero seguir sumando acá. Los árbitros acá tienen más roce, creo que el fútbol es más rápido y dinámico, sin lugar a dudas es más rápido, pero bueno no es mi especialidad esa, pero me he adaptado para bien. Al final es realmente difícil llegar al nivel, ellos no se cansan, pero lo he logrado”, expresó.
El cerebro del juego del Incheon United todavía no se visualiza regresando al Herediano, aunque es claro en que siente que esa es su casa.
“Yo de Heredia salí muy agradecido, pero no es algo que tenga en mente, quiero hacer las cosas bien este año, espero jugar más años afuera. De volver me gustaría estar en Heredia, creo que hice las cosas bien ahí... Entonces vamos a ver qué nos depara El de Arriba y a seguir para adelante”, concluyó.