
Luis Carlos Chacón, presidente de San Carlos, habló con La Nación sobre la crisis que afronta el equipo norteño, la cual hizo que sus jugadores no entrenaran por dos días, esto como medida de presión ante un atraso salarial que viene desde el mes de octubre.
Chacón confirmó la situación, pero también dio una alerta sobre el futuro del equipo si no se hace un cambio administrativo urgente, ya que fue enfático en que ‘esto no es sostenible’ como proyecto.
De hecho, el jerarca aseguró que de momento se mantiene en el equipo, pero esperará a ver qué depara el futuro en cuanto a las decisiones que hay que tomar sobre el plantel.
—¿Qué es lo que verdaderamente pasa en San Carlos?
—Realmente, dentro de lo que sucede, como le dije a otros colegas, hay un atraso salarial del mes de octubre, el cual no hay cómo justificar, porque la relación laboral debe cumplirse. Sin embargo, en esto del fútbol se espera el ingreso de patrocinadores, taquillas… pero no hemos tenido el mejor año en cuanto a rendimiento deportivo y eso nos fue golpeando hasta que afectó el flujo para solventar lo que se debe.
“Los jugadores se fueron a paro, y eso se entiende, se respeta, pero no se comparte. Ahora alcanzamos una conclusión que nos ayuda a todos: el tema del atraso no se oculta y tenemos el compromiso de que esta semana se salde el mes pendiente para que se regrese a los entrenamientos”.
—¿Los jugadores le advirtieron de la situación o lo tomó por sorpresa?
—No es la primera ni la última vez que se dan crisis de este tipo. También cambia mucho el recurso humano que ya está dentro del club; ellos tendrán sus razones o decisiones. Las respeto, aunque no las comparto. Yo sabía que algo así podía pasar, pero vamos a salir adelante.
—Mucho se dice de que usted se iría del proyecto; alguna gente piensa que San Carlos es suyo…
—Esto ha sido una oportunidad más que una crisis. Yo he dejado claro ante algunas insinuaciones que San Carlos no es una compañía mía, pero yo he dado de más por el amor al pueblo. Ahora debo decirle que creo en el proyecto, siempre se lo he dicho a usted. Hoy aparecemos en selecciones nacionales, algo que antes no sucedía; entonces, el proyecto va.
“Nuestra condición en el fútbol de Costa Rica es trabajar y mejorar la liga menor, pensando en promover en el mercado local y potencializar el internacional. Yo sigo creyendo en San Carlos porque es como un hijo para mí. Yo ya me acostumbré a aprender caro… no sé si me doy a entender”.
—¿Usted sigue comprometido?
—Yo estoy comprometido, pero el proyecto tiene algunas aristas que debemos analizar, sobre todo en cómo hacerlo sostenible. Vamos a ver qué pasa, vamos a esperar. Seguimos como estamos.
—No lo escucho muy convencido de seguir en el proyecto…
—Más que hacerme a un lado, es que veo que el modelo de hoy no es sostenible en el tiempo. Queremos pensar en algún giro.
—¿Puede la afición sancarleña estar tranquila?
—Entendamos que el equipo es de todos, es de San Carlos. Pero cuando hay taquillas de 200 personas, muy pocos socios… Yo llamo a la gente importante de la región para que hagamos un llamado para que el club no desaparezca. Esperamos que esto continúe; esta crisis puede reactivar el ser sancarleño.
—¿Sin usted el club ya no existiría?
—No soy Dios, pero es que es difícil. Hay deudas de 20 años con el gobierno, que nos ha ayudado con arreglos de pago porque saben lo importante que es el club. Más todo lo que se ha puesto al día.
“Queda claro que no es sostenible así como estamos. No es si estoy o no, es que financieramente no es sostenible y se ocupa un cambio urgente”.
