La Federación Costarricense de Fútbol (FCRF) comunicó que envía oficialmente a la Asociación Deportiva Guanacasteca (ADG) al fútbol aficionado de Costa Rica.
La determinación se da luego de que se confirma por parte del ente la denegatoria de solicitud de licencia de club profesional. Este trámite debe ser aprobado por el Comité de Licencias.
“La decisión se fundamenta con el incumplimiento del criterio financiero. Esta decisión adicionalmente ordena el descenso del club a la categoría de fútbol aficionado. El club puede ejercer su derecho de recurrir la decisión en los términos establecidos en el reglamento”, se lee.
La ADG afrontó a finales de la fase regular del torneo pasado de Primera División una revocatoria de licencia, esto luego de una investigación que hizo el diario La Nación en la que se describió el trato que existió por venta del equipo, en un pecio cercano al $1 millón, sin que hubiera sido reportado, tal y como exigen los reglamentos. Además, se comprobaron otras irregularidades administrativas. Este trabajo fue publicado el 25 de febrero.
Ante esto, el Comité de Licencias de la Fedefútbol decidió hacer su propia investigación, la cual terminó con la revocatoria de la licencia del club. Después de esto, los pamperos han buscado por diversas vías obtener nuevamente su permiso de participación, pero sin éxito.
Primeramente recurrieron a un recurso de apelación ante el Comité de Licencias de la Fedefútbol, luego se fueron al Tribunal de Apelaciones de la propia Federación; seguidamente, llevaron el caso al Tribunal de Conflictos Deportivos del Icoder, en donde consiguieron que se les aprobara una medida cautelar, la cual les permitía hacer el proceso de licenciamiento para la temporada 2025-2026.
La llegada del caso al Tribunal generó mucha polémica, sobre todo después de un recurso que puso la FCRF en donde cuestionó la imparcialidad del órgano. El Consejo de Deportes acogió el recurso y destituyó a todos los integrantes del Tribunal.
En el cojunto pampero siempre han mantenido el discurso que ellos tienen la razón y merecen el derecho de participación.
“Ganamos una batalla después de mil derrotas”, afirmó el gerente de ADG Leonardo Cova a La Nación el 8 de julio, a propósito de la medida cautelar favorable que les aprobó el Tribunal del Icoder. "Estamos muy tranquilos y esperanzados de lo que vaya a pasar en estos días”, afirmó el dirigente. Sin embargo, este viernes volvieron a obtener una derrota administrativa que los aleja ya no solo de Primera División, sino que también les cierra la puerta de la Segunda.
Esto se debe a que la Liga de Ascenso también es considerada profesional y sus equipos también deben pasar por un proceso de licenciamiento, que los guanacastecos tampoco aprobaron. Por ello, su destino será la Liga de Fútbol Aficionado.
Una situación similar vive el Santos de Guápiles, club que también fue parte de las publicaciones de La Nación, y el cual perdió su licencia por presuntas irregularidades administrativas y financieras.
Los guapileños también recurrieron a diferentes recursos de apelación, no obstante también llegaron al Tribunal de Conflictos del Icoder para pelear su caso.
De momento, Santos no fue admitido en Primera División y se está a la espera de conocer cuál resolución tomará el Comité de Licencias. Hay dos caminos: aprobarles la participación en Segunda o enviarlos al balompié aficionado, como ocurrió con la ADG.
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La Primera División de Costa Rica se juega con 10 equipos y cada vez hay menos posibilidad de que eso cambie.
Ahora, según el documento de la Federación Costarricense de Fútbol, los pamperos podrán apelar esta decisión, para esto deben presentar un recurso de revocatoria ante el propio Comité de Licencias de la FCRF, si no obtienen visto bueno deberán seguir un camino muy similar al que ya siguieron con la revocatoria, pasando por el Tribunal de Apelaciones de la Federación.
