Un nuevo caso de intento de amaño de partidos sacude al fútbol de Costa Rica, según un informe del oficial de Integridad de FIFA, y está cerca de desembocar en una resolución.
De acuerdo con detalles conocidos por La Nación, diez jugadores del Municipal Turrialba, equipo de la Liga de Ascenso, recibieron una convocatoria del club para presentarse a las 3 p. m. del 10 de febrero de 2025, en un sitio que la institución bautizó como su “nueva casa club”. Allí, los esperaban Rolando Pereira, presidente de la entidad y de nacionalidad costarricense; Ernesto de la Torre, dirigente, y Enrique Valencia, entrenador, estos dos últimos ciudadanos mexicanos e integrantes del grupo Futbol International Management.
De los diez futbolistas convocados, dos no asistieron. A los ocho presentes se les dividió en dos grupos. Entonces, entre los tres dirigentes les plantearon una sorpresiva propuesta: recibir cada uno $300 (unos ¢152.000), además de incentivos adicionales, a cambio de perder en circunstancias muy específicas el partido programado para las 7 p. m. de ese mismo día frente a Cariari.
Esta grave denuncia fue confirmada por La Nación mediante cuatro fuentes verificadas. Además, el propio diario corroboró que la Oficialía de Integridad de la FIFA en Costa Rica ya elevó el informe de los hechos a la Comisión Disciplinaria de la Federación Costarricense de Fútbol, tras una investigación sustentada en testimonios, documentación y evidencia audiovisual.
Contexto del convenio
Ernesto de la Torre y Enrique Valencia son representantes del grupo de capital mexicano con el que el Turrialba había firmado un convenio deportivo el día anterior al partido, el 9 de febrero de este año. El propio Valencia fue anunciado ese mismo día como el nuevo entrenador del primer equipo.

El grupo Futbol International Management fue presentado junto con el exfutbolista mexicano Pavel Pardo, quien en su calidad de asesor deportivo dio declaraciones cargadas de optimismo.
“Son cuatro años de convenio y queremos que Turrialba esté en Primera División. Para mí, es un placer estar aquí y dar lo mejor, no solo en descubrir talentos, sino en llevar jugadores a México, Europa o Estados Unidos. El equipo que venga aquí debe irse sufriendo”, afirmó Pardo, una de las grandes glorias del balompié mexicano, mundialista con la selección azteca en Francia 98 y Alemania 2006.
La Nación ya había informado en enero anterior sobre la visita exploratoria de De la Torre y Pardo al cantón turrialbeño.
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El día de la reunión
El lugar de encuentro con los jugadores fue la mencionada “nueva casa club”, ubicada en El Coyol de Turrialba. Ocho futbolistas acudieron al llamado, aunque les causó extrañeza haber sido citados a las 3 p. m., apenas horas antes del compromiso oficial contra Cariari.
Ya en el sitio, Pereira, De la Torre y Valencia tomaron la palabra para exponer la complicada situación financiera del club. Bajo este argumento, pusieron sobre la mesa una propuesta que contradice la más elemental ética deportiva: manipular el resultado del partido.
A cambio, ofrecieron $300 a cada jugador, además de los incentivos personalizados. A algunos se les prometió facilitar su llegada a equipos de la Primera División; a otros, supuestas oportunidades en México, siempre y cuando accedieran a perder por un marcador pactado.
El ambiente se tornó tenso. La indignación fue generalizada. La reunión se extendió por 40 minutos y concluyó con un rotundo rechazo por parte de los futbolistas. Durante la reunión, varios jugadores compartieron lo ocurrido con otros compañeros.
Con indignación, los jugadores se dirigieron al estadio. Incluso, se plantearon no disputar el encuentro, aunque al final decidieron actuar en el duelo de una forma honesta, según una de las fuentes.
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Ya en el camerino, el entrenador Valencia hizo un segundo intento de persuasión, de acuerdo con la investigación. Llamó por separado a uno de los líderes del equipo para insistir en la importancia de aceptar la propuesta, asegurando que ello garantizaría la estabilidad del plantel y de sus carreras deportivas.
Finalmente, Cariari ganó 2-1. Sin embargo, este marcador no cumplía con los requisitos específicos que les solicitaron a los jugadores turrialbeños.
Luego, por la noche, después del juego a través de grupos de WhatsApp con compañeros que no estuvieron en la reunión, los deportistas molestos comentaban sobre lo sucedido. Estas conversaciones forman hoy parte de la investigación.
Algunos de los mensajes decían:
“Mae, todos dijimos que no. Eso habla muy bien, cabrones”.
“Mae, es que a uno le dicen que lo van a llevar a México y se vuelve loco...”.
El mundo de las apuestas, se paga más por resultados que cumplan ciertos detalles, como marcadores exactos o remontadas en el segundo tiempo.
La ‘prueba de confianza’
Dos días después, los jugadores fueron nuevamente convocados. Esta vez, para comunicarles que todo había sido una “prueba de confianza”, la cual —según los dirigentes— habían superado al no aceptar la propuesta. No obstante, entre el grupo quedó un fuerte malestar.
Ante la gravedad de lo ocurrido, se presentó una denuncia a través del sistema Red Button, una aplicación internacional que permite a futbolistas reportar situaciones irregulares de manera confidencial. Esta denuncia fue remitida por FIFA a la Oficialía de Integridad en Costa Rica, la cual realizó una extensa investigación que le permitió sumar el testimonio de múltiples personas.
Actualmente, el caso está en manos de la Comisión Disciplinaria de la Federación Costarricense de Fútbol, que se encargará de emitir la resolución. El club Municipal Turrialba ya presentó su descargo.
La Nación llamó al club Turrialba a las 3:48 p.m. Se intentó contactar al presidente, Rolando Pereira, por llamada telefónica, pero no contestó. De igual forma, se buscó obtener la versión de Ernesto de La Torre y se le llamó por WhastApp a las 3:54 p. m., sin embargo tampoco respondió.
Este diario se comunicó con el oficial de Integridad de FIFA en Costa Rica, Carlos Ricardo Benavides, quien aseguró que no se referirá al tema por encontrarse en trámite ante la Comisión Disciplinaria.
Marco reglamentario
El Código Disciplinario de la FIFA, en su artículo 3, obliga a los clubes a acatar dicho reglamento.
El artículo 20 del mismo documento es explícito en cuanto a la manipulación de partidos:
“Las personas que, directa o indirectamente, por acción u omisión, influyan de forma ilícita o manipulen el curso de un partido o competición, su resultado o cualquier otro aspecto de los mismos, o las personas que conspiren o traten de hacerlo por el medio que sea serán sancionadas con al menos cinco años de prohibición de ejercer actividades relacionadas con el fútbol, así como una multa mínima de 100.000 francos suizos (aproximadamente ¢60 millones).”
“En los casos graves, el periodo de sanción puede extenderse o incluso ser vitalicio.”
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Asimismo, el caso está contemplado en el Artículo 59 del Código Disciplinario de la Federación Costarricense de Fútbol:
“Quien ofrezca, prometa u otorgue a un órgano de cualquier liga asociada, o de la Fedefútbol, a un oficial de un partido, a un jugador o cualquier oficial en general, beneficios ilegítimos para su persona o terceros, con el fin de inducirles a violar la reglamentación de la Fedefútbol y la FIFA será sancionado con:
- Multa económica.
- Inhabilitación para ejercer cualquier actividad relacionada con el fútbol.
- Prohibición de acceso a estadios.”
El código añade que la “corrupción pasiva” —es decir, solicitar, hacerse prometer o aceptar este tipo de beneficios— conlleva sanciones idénticas.
La Oficialía de Integridad de FIFA en Costa Rica investiga otro caso de eventual amaño, por un partido que Santos le ganó a Guanacasteca el 20 de octubre del año anterior en la primera División.
En el 2024, ya se dio un castigo de parte de la Federación Costarricense de Fútbol por medio de su Comisión Disciplinaria, en la que expulsó a Golfito del fútbol y sancionó a 10 años a sus principales dirigentes, por temas de amaños.