
Sentados bajo la sombra de los árboles en la zona verde que divide la vía frente al INS Estadio, los revendedores de entradas del partido entre Costa Rica y Honduras, que se jugará este martes 18 de noviembre a las 7 p. m. en el INS Estadio por la eliminatoria mundialista de la Concacaf, esperaban tranquilos la oportunidad de hacer negocio.
A pesar de que la Federación Costarricense de Fútbol (Fedefútbol) aseguró que la totalidad de boletos se vendió y que el reducto de La Sabana estará a su capacidad total (35.000 aficionados), los revendedores, como es costumbre, tenían su provisión para vender a quienes decidieran comprar un boleto de última hora.
Sin embargo, en esta oportunidad no fueron los fiebres ticos quienes llegaron a adquirirlos, debido al frío ambiente que reina alrededor del compromiso, en el que la Tricolor requiere derrotar a Honduras y que Nicaragua le gane a Haití para lograr uno de los cupos de la Concacaf al Mundial 2026.
“Los que están comprando son los hondureños, porque los ticos están agüevados y no se arriesgan a adquirirlas. Aquí llegó un grupito a preguntar y a negociar las entradas porque ellos tienen más posibilidades de clasificar. No son muchas las que tenemos, pero se están vendiendo”, dijo uno de los revendedores, que prefirió no decir su nombre.
Como es costumbre, mientras unos observan y “supervisan” las ventas, otros revendedores son los que regatean los precios cuando se trata de varias compras; de lo contrario, simplemente ofrecen las entradas al precio previamente establecido.
“Las entradas están al doble. Las de ₡7.000 están en ₡15.000 y las de ₡10.000 en ₡20.000. Los hondureños las están comprando, ellos le tienen fe a su selección, pero los nacionales no las están adquiriendo. Creo que la mayoría vendrá a ver el partido y el estadio estará lleno; quizá unos 1.000 o 1.500 aficionados no vendrán”, agregó el “comerciante”.
La mala eliminatoria de la Tricolor, sin duda, influyó en el ánimo de los costarricenses, y eso se vio reflejado en la venta de productos y hasta en los revendedores.
“Si Costa Rica tuviera opciones claras de clasificarse al Mundial, fácilmente la entrada de ₡10.000 se habría vendido hasta en ₡50.000, pero esta vez no se pudo. Al menos, gracias a los hondureños no tendremos pérdidas”, enfatizó.
