Que Cartaginés sea Sociedad Anónima Deportiva (SAD) no sería problema si sus accionistas invirtiesen en grande, tal como hace, por ejemplo, el Saprissa.
En cuatro años de gestión, Horizonte Morado se ha caracterizado por sus millonarias inversiones en liga menor, infraestructura, refuerzos y deudas heredadas (que siguen apareciéndole). Es inimaginable que en Tibás gobiernen accionistas “limpos” (insolventes) o “codos” (reacios al gasto) que no se toquen (profundamente) los bolsillos.
¿Debe volver el Cartaginés al modelo de Asociación Deportiva (AD, sin fines de lucro)? Tampoco. Al Alajuelense sí le ha funcionado, primero, porque es un equipo grande, tanto dentro como fuera de su provincia, quizás debido a que su marca comercial es neutra (Liga), sin grilletes provincianos, virtud que comparte con Saprissa. Y, segundo, porque, a diferencia de la S no ha tenido administraciones tan deficientes como las que llevaron a los morados a la necesidad de cambiar o morir.
Herediano, con esa atadura local desde el nombre (como Cartaginés), tiene menos afición que Saprissa y la Liga. Por ende, es menos rentable bajo un esquema tradicional. Consciente de ello, concibió una solución ingeniosa para alcanzarlos: mantenerse como AD, pero cediéndole la administración a un grupo de empresarios solvente. Como la asociación les pone cláusulas de rendimiento deportivo y económico, so riesgo de quitarles el timón (¿verdad, Sotela?), Patey, Moreira y Alí actúan en consecuencia, ¡meten plata y ganan títulos!
El CSC, como Herediano, es un equipo muy grande en su propia provincia, pero no tanto fuera de ella, y hoy, atascado por esquemas administrativos que no sirvieron y malos resultados deportivos, busca su propio rumbo. Opciones hay. El inversor inmobiliario Roy Rivera pone sobre la mesa $3 millones para hacerse 10 años con la administración, mientras que los empresarios Carlos Macaya (lubricantes Castrol) y Fernando Alvarado (agroquímicos Rimac) no pretenden administrar, sino constituir un fideicomiso que nutra al club, propuesta que incluye ciudad deportiva y estadio nuevo. ¿Será que se pueden unir? ¿Aceptarán los actuales accionistas la disolución de la SAD? ¿Será que renace un nuevo y poderoso Cartaginés? Amén. Amén.