Eduardo Baldares

A la final del Verano 2017 arriban dos elencos tan parejos que solo los separaron dos puntos en el tablero general, sumadas las fases regular y cuadrangular.

Por las alineaciones que presentaron ambos equipos, a 60 minutos del pitazo inicial, "el clásico del buen fútbol" dejaba ver a un claro favorito: Herediano.

Lo curioso no es tanto que los árbitros se equivoquen, sino que tantas veces, particularmente en instancias decisivas, sea a favor de los equipos más mediáticos. Entiéndase, rentables para el negocio-fútbol.

Tras la celebración del título invernal, los inclementes rayos del Verano parecieron evaporar la nómina del campeón nacional. Migraron al Norte Francisco Calvo, Adolfo Machado, Roy Miller y David Guzmán. Encima, a medio peregrinar se largaron sus dos “nueves” natos, Rolando Blackburn y Álvaro Saborío.

Pronóstico (según tendencia reciente, incluido referato): Atlético, Dortmund, Barcelona y Bayern.

Si don Jeaustin desea ampliar sus estudios de periodismo, lo invitamos con mucho gusto al curso que impartimos en la UCR.

En el pulso táctico, Oscar <em>Machillo </em>Ramírez le ganó a Jorge Luis Pinto, porque el empate de visita les sabe a miel a los ticos. Y a los catrachos a hiel.

A Costa Rica le sienta de perlas la adversidad. Y entre más víctima parezca, ¡mejor! Porque se enfatiza ese efecto bumerán que le permitió sorprender en Italia 1990 y en Brasil 2014.

A falta de cinco fechas para la finalización de la fase regular, ¿cuáles serían los clasificados a la cuadrangular si se diesen resultados considerados “lógicos”?

Hernán Medford y Miguel Segura en el cuerpo técnico. En cancha, Daniel Cambronero, José Mena, Johnny Acosta, Rándall Azofeifa, Esteban Ramírez, Jimmy Marín, Jairo Arrieta, Josué Martínez, Víctor Núñez, Tanque Castro. Rolando Villalobos en la cantera. Trece exsaprissistas nutren la nómina del subcampeón nacional. ¡Trece!

El Nou Camp en ebullición. Fervoroso. Esperanzado (su equipo da para ilusionarse, la épica es tan suya como el azul y el grana).

En cambio, la Liga de Floro no da el brazo a torcer. No cambia. Insiste en su esquema predecible, insulso. Pese al clamor general, sigue jugando similar a la Sub-20: a nada.

La Liga de Benito Floro se parece a un musical desabrido, con algunos solistas interesantes (tampoco muchos), pero acallados por una partitura monótona, soporífera, aburrida.

Adrián de Lemos es líder de asistencias... a los rivales (¡todo lo suelta!). Por Michael Barrantes no se mataron los otros grandes (por algo será). ¿Y Cristian Taborda? Un grueso... error.

El reto es mayúsculo, con el Pachuca a la vuelta de la esquina (21 y 28 de febrero), aguardándole por la Liga de Campeones de Concacaf.