:quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gruponacion/GYXSKAHZZVG3JMYKDYVSUHXBTY.jpg)
Equipo de divisiones menores de la Academia Edson Soto; en la imagen Keysaack Waston, hijo de Kendall (arriba, tercero de izquierda a derecha). Fotografía: Facebook Futbol Consultants Edson Soto
Transcurría un fin de semana normal en las canchas de fútbol Furati, ubicadas en Santa Ana, donde tiene su sede la Academia Fútbol Consultants Edson Soto. En el terreno de juego se encontraban un grupo de niños enfrentando un partido de liga menor, mientras que en las graderías un grupo de padres que seguía con atención el enfrentamiento.
Pero, lo curioso es que este grupo de papás se compuso de hombres acostumbrados a ser ellos los vistos, de personas que saben lo que es estar en una cancha y tener la presión de 10.000 voces encima. En las sencillas graderías del complejo deportivo estuvieron figuras como Yendrick Ruiz, Kendall Waston, Bryan Ruiz, David Guzmán y Dylan Flores.
Yendrick no se podía quedar quieto, pese a que estaba sentado, pues constantemente movía sus pies de arriba hacia abajo, aunque en la parte alta David Guzmán fue el que vivió con más intensidad el cotejo. El volante morado gritó, se metió de lleno en el partido y se convirtió en un entrenador más, sobre todo para su orgullo Níkolas, quien vivía su primera experiencia como jugador.
Otros más acostumbrados a vivir estos duelos aplaudían cada acción de sus pequeños.
LEA MÁS: Así juega el hijo mayor de Bryan Ruiz
“Bueno acá tenemos esa particularidad, resulta que tenemos a varios hijos de jugadores de la Primera División, por ejemplo tenemos a Keysaak Waston, a Níkolas Guzmán, por ahí tenemos al pequeño de Yendrick Ruiz, también están los tres de Bryan (Ruiz) y además está el chiquitín de Dylan Flores”, resumió Edson Soto, director de la academia.
En el campo Mateo Ruiz defendía con agallas su marco, se lanzaba de un lado a otro como un gato; mientras su padre (Yendrick) con lentes oscuros intentaba mantener los nervios calmos, pero su evidente movimientos de piernas delataban lo que vivía.
Por su parte, en la gradería superior Guzmán intentaba exigir a su pequeño con instrucciones.
:quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gruponacion/L4EVC7OBGRAGLOGKPVIA3UKKOQ.jpeg)
Níkolas Guzmán, hijo de David Guzmán, integra el equipo U-7 de la escuela. Fotografía: Cortesía
“Nosotros tenemos un reglamento para papás y lo que permitimos es que los padres de nuestros jugadores transformen sus muestras de cariño con apoyo, nosotros entendemos que quieren ver a sus hijos bien y demás, pero solo les pedimos que tengan mucho apoyo para los pequeños. Con David fue un vacilón porque el hombre se nos transformó en el primer partido de Níkolas”, relató entre risas Soto.
Para el director de la academia es una curiosidad contar con tantos hijos de futbolistas profesionales.
“Claro que para nosotros es como una responsabilidad, pero bueno también hay antecedentes porque David Guzmán, Dylan Flores y Kendall estuvieron conmigo cuando ellos estaban en liga menor, entonces saben cómo trabajo. Por otra parte, otros se han dedicado a conocer la metodología de trabajo y eso les gustó”.
“Bryan y Yendrick son de Alajuelita y el proyecto comenzó en esa localidad, entonces creo que a ellos les agradó”, agregó.
:quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gruponacion/75VF7GAYIFH6JB6VTTUGVPD2TE.jpg)
Mateo Ruiz, hijo de Yendrick Ruiz, es arquero en la academia. Fotografía: Facebook Futbol Consultants Edson Soto (Daniel Aguero)
Mathías Ruiz, hijo mayor de Bryan de 14 años, es el que está ya en una etapa entre la formación y ve de reojo el fútbol profesional, el resto se dedican a disfrutar el juego sin profundizar en aspectos tácticos.
“Mathi es el que vemos que ya está avanzado en el proceso, los demás están en edades que disfrutan mucho del fútbol como juego, es meramente la diversión y la distracción, además de que puedan hacer deporte, eso es muy importante en etapas formativas verdad; pero para que me entiendan por ejemplo Benji y Leo (los otros dos hijos de Bryan) están con nosotros y solo llegan a divertirse, si trabajamos conceptos pero sobre todo es que disfruten jugar”, finalizó Soto.