Ver a Mariano Torres reclamarle a los árbitros es una constante. Su temperamento con los silbateros es algo que pareciera de nunca acabar. Por es emotivo se perderá las tres primeras fechas del torneo por una sanción.
Dicho castigo llevó al volante argentino a meditar sobre su carácter y ponerse una propósito: tener otro temperamento con los encargados de impartir justicia.

"Estoy trabajando en eso mentalmente para tratar de no hablar más con los árbitros, no protestar tanto y nada de eso. Me lo propongo, me comprometí a no hacerlo más, pero espero que los árbitros se comprometan también a dirigir mejor", comentó Torres.
El futbolista reconoce que quizás su comportamiento no es del todo adecuado en su relación con los silbateros y por eso en este tiempo de pretemporada ha meditado al respecto.
“Sé que me excedo a veces en la forma de protestar, pero voy a cambiar, sé que lo tengo que trabajar. Tengo que tranquilizarme cuando veo una injusticia dentro de la cancha. Sé que los árbitros se pueden equivocar, pero espero que se equivoquen menos”, indicó el jugador.
Torres fue sancionado con cinco partidos en febrero del 2017 por haber tirado del árbitro Juan Gabriel Calderón en un partido frente a Cartaginés en el Fello Meza.
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El Tribunal Disciplinario de la Unafut había castigado al mediocampista con seis meses por infringir el artículo 38, inciso b, que señala que si el jugador tira de un árbitro, “se sancionará con una suspensión de seis meses a dos años”.
En ese momento, en la S consideraron que el castigo fue excesivo y por ese motivo presentaron una apelación al Tribunal de Alzada de la Fedeftúbol que aceptó la apelación y rebajó la sanción a cinco compromisos.
Ahora, el futbolista escribió un nuevo capítulo por castigo. Estará tres presentaciones fuera por emplear lenguaje ofensivo en contra del árbitro Cristian Rodríguez, esto según el informe arbitral y de conformidad con el artículo 36, inciso 1 del Reglamento Disciplinario del Fútbol de la Primera División.
Sucedió en el segundo juego de la final entre San Carlos y Saprissa en el estadio Carlos Ugalde.
“Eso me dejó un sabor amargo, a nadie le gusta perderse ningún partido, pero tocó así. No estaba enterado porque no tuve mucha discusión con el árbitro, le fui a protestar que por qué había dado solo tres minutos al final y que me parecía muy poco por todo lo que se dio en la final, pero bueno ya está...”, concluyó el futbolista.
