Herediano hizo el Clausura 2020 dubitativo, como era de esperarse por el mínimo espacio que tuvo para prepararse, pero con el pasar de los días el técnico José Giacone logró ajustar su maquinaria y de a poco acelera y se pone más cerca de la punta.
En el Juan Gobán, los florenses demostraron una puesta a punto casi idónea y dejaron ver que su bólido está listo para competir y defender el cetro de campeón. Limón fue un adversario muy débil para un Team que supo conducirse en un escenario complicado y sacó un 2 a 0 justo y sin grandes complicaciones.
El gane ratificó el invicto de unos rojiamarillos que llegaron ocho puntos, tras dos victorias y dos empates. Mientras que la Tromba del Caribe todavía no consigue potencia y se rezaga cada vez más, al acumular cuatro derrotas al hilo en el actual certamen y ocupar la última plaza.
Con Giacone en los controles, el actual monarca del fútbol tico comprende cuándo debe frenar para tomar las curvas más peligrosas y cuándo ir a pleno. En el Caribe aguantaron de inicio los embates de los locales, resistieron la lluvia de centros al área y ante el más mínimo descuido, tomaron la ventaja.
Los limonenses estrellaron un disparo en el horizontal apenas a los dos minutos, pero luego de esto empezaron a presentar problemas hasta que en el 16′ la visita los dejó en el camino tras un error garrafal de Elking Scooby, quien en lugar de despejar un centro de Yendrick Ruiz, le dio un pase a Nextaly Rodríguez y este sacó un disparo potente que terminó en el fondo de las redes.
Ya en punta de competencia, Herediano cuidó su sitio, tuvo más control de la esférica y bloqueó cualquier intento de reacción de Limón. Incluso, en la segunda parte fue llevando las acciones hasta donde más le sirvió, con menos desgaste y más inteligencia para que fuera su adversario quien hiciera el sacrificio físico.
Con el gane en el bolsillo, el Team incrementó la cuenta en el 82 con Keyner Brown, quien aprovechó un recentro de Ruiz y ganó de cabeza. Una dosis de confianza adicional para un equipo que empató en la primera fecha con Grecia 3 a 3, le ganó por la mínima a Jicaral (ambos en el Rosabal Cordero), pero igualó con la Liga en el Morera Soto y ahora sacó oro.
La victoria tiene un valor adicional para unos rojiamarillos que arrastraban problemas de antaño cuando salían de su casa. Este fue apenas el tercer festejo en 21 compromisos lejos del Rosabal (11 igualdades y siete traspiés).
De igual forma, sirve para aumentar la confianza de figuras clave en su funcionamiento, como Esteban Alvarado, quien al final del partido tuvo tres intervenciones de gran factura y terminó mantener el cero en su arco.
Alvarado ya fue clave en el título anterior y en el Clausura 2020 aún no sabe lo que es recibir un gol, luego de tres partidos (se perdió el primero por un permiso especial). El cancerbero también goza de una suerte característica de un buen arquero, ya que en dos ocasiones le estrellaron la redonda en los tubos en estas apariciones.
Por su parte, en Limón todas las alarmas están encendidas, debido a que en la acumulada son penúltimos, a seis unidades de La U.