Cuesta entender por qué el Cartaginés no fue al menos similar al que salió campeón apenas en julio. Sinceramente los brumosos dejaron boquiabiertos a propios y extraños a la hora grande, en su regreso a un torneo internacional tras nueve años de ausencia, cuando tenían a casi todo su plantel disponible y a una ofensiva de lujo.
Claro, lo mejor que le pudo pasar es que solo perdió 2 a 0 en su visita al Real España de Honduras. La realidad es que los blanquiazules pudieron haber caído por cuatro o hasta cinco goles. Así de mala fue la presentación de unos blanquiazules que equivocaron el planteamiento desde el inicio y por más que pegaron un balón en el palo y pueden reclamar un penal que no les señalaron, el resto de lo que hicieron fue para el olvido.
Corrijo: no debe ser para el olvido, sino para verlo una, otra y otra vez para no caer en lo mismo. En esta ocasión no se puede hablar de desgaste o falta de piezas para armar el 11; más bien fue la ejecución de un mal plan o hasta la inexperiencia de muchos en el equipo, desde los jugadores hasta la parte técnica.
Los números ratifican todo lo anterior: por algo los catrachos finalizaron con nueve disparos al arco, contra apenas dos de los centenarios. Así mismo, la posesión fue de 62% contra 38%. Así es imposible sacar un buen resultado y menos manejar una serie en la que los detalles cuentan más que nunca.

La vuelta puede ser muy diferente en el Fello Meza; el problema es que los de la Vieja Metrópoli están contra las cuerdas, el gol visitante es criterio de desempate y a nivel local la agenda es muy compleja para los campeones, con la visita el domingo al Puntarenas FC.
Un Cartaginés desconocido
Si hay algo en lo que ha sido constante el Cartaginés de Géiner Segura es en la generación de juego ofensivo. Por más que lo superen en algún juego, su equipo siempre siempre va al frente y aunque con la llegada de Mauricio Wright como asistente se ajustó la defensa, nunca antes se vio una versión tan desconocida del campeón de Costa Rica.
¿Qué pasó?
Fácil de explicar, Segura planteó una línea de cinco defensas casi que por primera vez de inicio en su era, dos contenciones y delante de ellos tres hombres de corte ofensivo (Marcel Hernández, Allen Guevara y Jeikel Venegas). Es decir, que en la zona media siempre estuvieron en desventaja y los hondureños pasaban y hacían lo que querían con un equipo tan cortado y con tanta distancia entre sus líneas.
Para entenderlo mejor, cuando Hernández, Guevara o Venegas salían a presionar, Mauricio Montero y Daniel Chacón tenían tanto espacio por cubrir y tantos rivales que marcar, que no había manera y por más que cinco compañeros respaldaban atrás, quedaron expuestos.
Por algo el Real España anotó apenas en el minuto 12, tras un balón filtrado por derecha para Júnior Lacayo, quien desbordó y habilitó en el centro al goleador Ramiro Rocca. Sin embargo, hay que reconocer que los blanquiazules tuvieron suerte en la primera parte y Kevin Briceño también hizo lo suyo, porque los locales tuvieron que marcar cuatro en la inicial, tras pegar una en el palo y ver como les sacaron dos pelotas en la misma línea.
Ojo, no hay problema en ubicar a cinco en el fondo, más cuando se está de visitante y en una serie a muerte súbita, en la que cada detalle cuenta. No obstante, si es algo que se aplica muy pocas veces en partidos oficiales y no existe una buena coordinación, ahí vienen las dificultades.
Es más, en la primera parte los catrachos hicieron lo que quisieron y terminaron con siete disparos directos contra uno del visitante (Venegas al vertical tras error en salida de los hondureños), mientras que la posesión fue de 64% contra 36% y los pases buenos terminaron 252 contra 104.
Que extraño que para un duelo como estos Michael Barrantes se quedará en el banquillo. De no ser por lesión es casi inexplicable que no estuviera de inicio un futbolista que maneja la pelota, controla los tiempos y lanza a los delanteros. Incluso, se podía esperar a Marco Ureña de inicio para la contra, pero Géiner optó por ser más cauto y Marcel terminó luchando solo y en mucha desventaja frente a los espigados centrales.
Cambios tardíos
Una de las grandes cualidades que tienen los técnicos y Géiner Segura lo ha demostrado, es saber leer y recomponer sobre la marcha. Sin embargo, en esta ocasión en Honduras las modificaciones llegaron muy tarde y cuando el partido ya estaba con triunfo para el Real España 2 a 0, tras el tanto de José Reyes en el minuto 71, en una acción casi calcada al del primer tanto.
Michael Barrantes y Marco Ureña ingresaron, pero el sistema nunca cambió y los problemas fueron los mismos de la inicial: pocas ideas, mínima posesión y llegadas a cuenta gotas o mínimas.
Así es imposible remontar, pero ahora los brumosos tendrán la chance de intentar revertir todo en el Fello Meza, cuando reciban a los catrachos, el próximo jueves 25 de agosto, a las 4 p. m.

Ficha del juego:
- Real España: 2
Titulares: Luis López, Kevin Álvarez, Devron García, Getsel Montes, Franklin FLores, Júnior Lacayo, Mayron Flores, Gerson Chavez, Jhow Benavídez, Darixon Vuelto y Ramiro Rocca. DT. Héctor Vargas.
Cambios: Carlos Mejía (Chávez, al 46′), Pedro Báez (Vuelto, al 60′), José Reyes (Lacayo, al 66′) y Carlos Bernárdez (Rocca, al 83′).
- Cartaginés: 0
Titulares: Kevin Briceño, José Luis Quirós, William Quirós, Kevin Espinoza, José Gabriel Vargas, Carlos Barahona, Mauricio Montero, Daniel Chacón, Jeikel Venegas, Allen Guevara y Marcel Hernández. DT. Géiner Segura.
Cambios: Marco Ureña (Venegas, al 64′), Michael Barrantes (Guevara, al 64′), Diego Sánchez (Barahona, al 75′), Dylan Flores (W Quirós, al 75′).
Goles: 1-0 (12′): Rocca (Lacayo). 2-0 (71′): Reyes (Flores). Árbitros: Oliver Vergara. Estadio: Morazán, San Pedro Sula, Honduras, 4 p. m.
