Desamparados. El gesto grave y las respuestas que intentaron ser corteses no disimularon la contrariedad de Mauricio Wright en la conferencia de prensa.
Su equipo, Brujas, había dejado escapar la oportunidad de echarse por anticipado la semifinal en el bolsillo y se presentará, el domingo entrante, en San Isidro de El General con la exigua ventaja de un gol.
El fastidio de Wright con las preguntas de la prensa no es disculpable, pero se entiende: tuvieron para cargar de goles a Pérez Zeledón y convertir el partido de vuelta en un mero trámite.
Los brujos “pasearon en coche” a PZ en el primer tiempo, se montaron con dos goles, vieron cómo los del Sur perdían a su goleador, Diego País, por una acción tonta y se fueron al descanso con la sensación de que lo mejor estaba por venir.
Sin embargo, Pérez reaccionó, “agradeció” la falta de pegada de los locales al acortar las distancias en la pizarra y se fueron de regreso a casa con la sensación de que, al abrigo del hogar, borrarán esa desventaja.
A Brujas le faltó el “instinto asesino”, como se dice en el boxeo a eso que poseen los noqueadores de raza: ven a su rival débil y lo pulverizan sin más.
Dos caras. Yosimar Arias, Pablo Brenes y Daniel Jiménez trajeron de “vuelta y media” a la zaga generaleña con una de las fórmulas más añejas del futbol: el “toma y dame”.
Los brujos coparon los costados apropiadamente y le arrebataron la pelota a los generaleños.
Por la derecha, un centro con tiralíneas de Brenes encontró la cabeza de Yosimar Arias, quien anticipó de forma exacta a Rodrigo Salomón para anotar (19’).
Luego, por la izquierda: de Brenes para Jiménez, quien hizo tres recortes en el área visitante y aunque no puede rematar la pelota, se la dio a Arias para el gol (34’).
Al 37’, la sangre se le va a la cabeza a País y decide patear a Jameson Scott. Roja justa al 37’.
Con ese estado de situación, Brujas no soca clavijas, desaprovecha oportunidades y los cambios de Jiménez y Arias (solo Wright sabe el porqué) mojan la pólvora de los locales.
Por su parte, Pérez aplica control de daños: se apertrecha atrás y apuesta al error de Brujas..., y lo encontró al 56’.
Jorge Gatgens se aprovechó de un boquete en el centro de la despistada zaga local para marcar el descuento y abrir una serie que parecía iba a definirse ayer.
Salvo la bronca que se armó al cierre, que dejó par de expulsados, no pasó nada más.
Tal y como sucede con la Vuelta a Costa Rica: habrá que cruzar el Cerro de la Muerte para conocer el nombre del ganador.