
Como bien dicen, hablando se entiende la gente. Y pagando también... Alajuelense, Cartaginés y Marcel Hernández llegaron a un acuerdo y pusieron punto final a la tormentosa novela a la que le dieron vida en los últimos días.
La Liga se salió con la suya, porque recuperó parte importante del dinero y los brumosos también están satisfechos con la negociación, porque conservan a su goleador, máxime ahora, que regresan a la competición internacional.
En el caso del futbolista deja atrás esa etapa y cae en cuenta de que los rumores que lo llevaron a decir públicamente que le habían dicho que Alajuelense le había comunicado que regresara con la intención de congelarlo, eran carentes de fundamento.
Inclusive, de este situación quedó una moraleja no solo para los involucrados directamente en la situación, sino para los demás futbolistas, equipos y representantes, porque antes de firmar un contrato tienen que leer bien todas las cláusulas.
En enero de 2021, la Liga le había pagado $150.000 a Cartaginés por la ficha del atacante cubano. A él le restaban cinco meses de contrato con los rojinegros, a pesar de que estuviera a préstamo con los blanquiazules.
Desde esa perspectiva, sería descabellado pensar en que el monto que el campeón nacional le pagaría a la Liga por el cubano fuera el mismo. Tampoco es la pena que estaba establecida en el contrato por no desinscribirlo en los tres días posteriores al momento en el que la Liga le comunicó a Cartaginés que tenía una oferta por él, proveniente del fútbol de Guatemala. Esa penalización era de $200.000.
Los equipos decidieron que no revelarían el monto acordado, que lo dejarían en confidencialidad. Pero es más que los $65.000 que los brumosos habían ofrecido en un principio, no llega a los $150.000 que Alajuelense pagó hace año y medio por él, pero sí es una entrada importante que perciben los manudos. Una cifra quizás mayor a la que usted podría estar pensando.
Alajuelense se las ingenió para recuperar dinero por Marcel Hernández, algo que el futbolista pensó que no se iba a dar y que en Cartaginés tampoco creyeron que fuera así, pero en realidad, el contrato era claro, como lo había expresado el asesor legal de la Liga, Aquiles Mata.
El desenlace de la historia era fácil de pronosticar, una vez que los dos equipos optaron por acudir a la vía de la conciliación.
Ya solo con eso era ganancia para Alajuelense, que si se hubiese esperado a que corriera el tiempo, no habría percibido ingresos por el futbolista cubano a quien no quería en su equipo, puesto que en enero lo envió a préstamo por lo que restaba de su contrato.
No se trataba de que la Liga le guardara rencores ni a Marcel Hernández ni a Cartaginés por lo ocurrido en la final y en la gran final, donde los brumosos acabaron con su sequía de 81 años sin títulos y se proclamaron campeones nacionales en el Morera Soto.
Lo que pasa es que desde el momento en el que Alajuelense mandó al cubano a préstamo, lo vio como un negocio, no como un rival. Y la intención siempre fue venderlo, ya fuera con una oferta en el extranjero.
Pero al final, la Liga se lo vendió a Cartaginés.
“Estamos las tres partes conversando para llegar a un acuerdo satisfactorio para todas las partes de manera amigable y que sea bueno, que todas las tres partes estemos contentos con esta operación. Tengo una buena relación con la directiva de Cartago y estamos en buen camino para acordar algo que como les digo, salgamos todos contentos”, había adelantado Agustín Lleida este viernes al mediodía.
El director deportivo de la Liga contó que horas antes de esa rueda de prensa, desayunó en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) con Marcel Hernández.
“Muy tranquilos, estábamos buscando la mejor salida para la situación. Todo esto es negocio, al final nosotros tenemos un contrato con Marcel hasta diciembre y sabemos que en esta ventana todavía podemos sacar dinero por el jugador. La forma de hacerlo era movernos en el mercado. Conseguimos una oferta en el extranjero”, citó.
Recordó que claramente estaba detallado en el contrato de préstamo que en el momento que se presentara una oferta de parte de un club en el extranjero, Cartaginés tenía tres días para desinscribir al jugador.
“Al final no es de buscar algo malo para el jugador, ni de esas cosas que se han hablado. Es tratar de defender los intereses de la Liga, de poder sacar algo de dinero al jugador y así lo estamos haciendo, hemos evaluado cosas afuera y ahora mismo estamos en una negociación con Cartaginés, porque si se hubiera quedado ahí hasta diciembre ya no tendríamos opción”, detalló.
Cuando Lleida pronunció esas palabras aún no había acuerdo, seguían conciliando y el humo blanco entre Alajuelense y Cartaginés por Marcel Hernández salió pasadas las 5:30 p. m. de este viernes.
Las tres partes están contentas y tranquilas. Y puede mirarse de la forma en la que cada quien quiera percibirlo.
Alajuelense lo vendió cuando muchos decían que ya no había manera de que la Liga percibiera dinero por él.
Cartaginés lo compró y se dejó al hombre que fue vital para la obtención de su título, a pesar de que esta situación no la tenían contemplada. Al percatarse de lo que realmente estipulaba el contrato, tuvieron que desembolsar dinero por su goleador.
Mientras que Marcel Hernández ahora podrá seguir en el equipo que quería estar, con la posibilidad de elegir por él mismo su futuro, como siempre lo ha sido y cayendo en cuenta de que no se puede dejar llevar por los rumores que llegan a sus oídos.
