Después de mirar a las tres selecciones de Concacaf, puedo afirmar que México parece venir de otra confederación. Jugó a otra dinámica, atacó con otros argumentos, debutó con un libreto tan eficaz como atractivo y acabó por vencer al último campeón del mundo, Alemania.
Las transiciones de México no se comparan con las de Costa Rica y Panamá. Puede que algunos me digan que en México hay más población y por ende más futbolistas de calidad; también existe un trabajo previo de liga menor absolutamente formidable, con campeones del mundo en categoría Sub-17 que, de a pocos, empiezan a abrirse camino en la Selección Mayor.

En México hay más dinero, más recursos y más personas. Tienen un torneo altamente competitivo y legionarios en las ligas más competitivas del mundo.
Todo eso es cierto. Pero solo por un momento, quisiera olvidar las ventajas competitivas y concentrarme en el estilo de juego implementado por los aztecas en comparación a los otros equipos del área de Concacaf.
México tiene dos facetas. Se defiende con una estructura clara, se repliega por lapsos, elabora por momentos, pero principalmente comprende la realidad del fútbol actual. Sabe que es casi imposible jugar de tú a tú durante 90 minutos contra una potencia mundial como Alemania.
No se necesita jugar así para sacar un buen resultado. Es necesario conocer las fortalezas y debilidades, a razón de un estudio previo y plasmar un equipo efectivo que entienda lo que debe hacer cuando no tiene la pelota, que a veces puede ser la mayoría del juego.
¡Y México fue tremendo! La forma en que el Tri pasó de defensa a ataque para romper el orden alemán solo confirma que la idea estaba clarísima.
La verticalidad de cada embate hizo mella en la zaga germana, confundida ante las arremetidas de un equipo que ya de por sí era poco predecible. Muy pocos sabían la alineación de México, ante las eficientes rotaciones del muy criticado (injustamente criticado) Juan Carlos Osorio.
En resumen: México sabe contragolpear, sabe defender y también sabe controlar el balón.
Simplemente decide cuándo aplicar cada uno de los conceptos de juego. Como en el segundo tiempo, cuando se replegó para sostener el cero atrás, pero generó tres transiciones rápidas en las que pudo incrementar la cuenta y salir con un marcador más abultado a su favor.

La línea defensiva de Costa Rica no está mal. Sería una gran mentira decirlo. Coloca un bloque sólido y coordinado atrás, que comprende cuando anticipar y que mantiene un estado de concentración óptimo durante la mayoría del cotejo. Cuando falla, hay un portero de garantía.
Digo la línea defensiva, porque son los centrales y los laterales los que se echan el equipo al hombro ante la falta de una zona de recuperación clara.
Aún así, es en la medular donde se marca la gran diferencia entre la selección tica y la mexicana.
Costa Rica decidió priorizar la faceta defensiva, pero curiosamente no sabe explotar la principal arma de ataque de esta propuesta: El contragolpe. Las transiciones de la Sele son ineficaces.
Sí hay un trabajo para sorprender al contrario, principalmente con la llegada de algún defensor al área contraria, como Giancarlo González. O alguna jugada de táctica fija.
La gran limitante que tiene esta propuesta es que se crean muy pocas ocasiones de gol, por lo que al fallar la que queda, difícilmente se construirá otra más.
Es decir, Costa Rica tiene que ser perfecto en la definición, pese a que no tiene un goleador nato.
Lo de Panamá es similar. Me da la impresión de que tienen aún menos argumentos individuales que la Sele del mediocampo hacia adelante.
El país vecino sufre para hacer llegar el balón al área.
En el segundo tiempo del duelo ante Bélgica adelantó líneas al tener el marcador en contra, pero se repitió lo que tantas veces pasa cuando un equipo solo tiene una faceta de juego: Al tratar de ir al frente, lo tomaron mal parado y terminó goleado.
Siendo justos, Panamá enfrentó a una selección de mucho más cartel que Serbia.
En resumen, en el debut de las tres selecciones, solo una llegó a demostrar que tiene las dos facetas de juego bien definidas y ese equipo fue México.

