Gustavo Matosas ha tenido un 2019 intenso. Empezó con la ilusión de ir a Catar 2022 con la selección de Costa Rica, después quiso volver al banquillo de un club, pero ahora su reto es evitar una sanción que lo aleje del fútbol.
Esa posibilidad es grande, porque pese a que se ha hablado de castigos para el uruguayo y aún si se llegase a comprobar que cometió una falta ética, la prescripción podría ser su tabla de salvamento ante la FIFA.
El sábado pasado el noticiero de Televisa, En Punto, publicó unos audios en los que al parecer Matosas negocia comisiones por la llegada de futbolistas al club que dirigía, el León de México, entre 2011 y 2014.
El medio de comunicación dio a conocer conversaciones, supuestamente dadas en el año 2012, entre el uruguayo y un agente de futbolistas, llamado Fernando Pavón, en las cuales el entrenador cobra dinero por la llegada de un futbolista.
Si esto se comprobara, cabe dentro de las prohibiciones establecidas por el artículo 21 del Código de Ética de la FIFA, el cual dice lo siguiente:
“Salvo que así esté establecido en un contrato comercial legítimo, las personas sujetas al presente código no deberán aceptar, entregar, ofrecer, prometer, recibir, pedir o solicitar comisiones, en su beneficio o en el de terceros, por negociar o cerrar acuerdos u otras transacciones en relación con sus funciones”.
Esa sería la anomalía hecha por Matosas. El artículo señala un castigo máximo de dos años y no específica el mínimo.
“El incumplimiento de este artículo será sancionado con la correspondiente multa, cuyo importe mínimo será de 10 000 CHF (casi ¢6 millones), así como con la prohibición de ejercer actividades relacionadas con el fútbol durante un periodo máximo de dos años (...)”.
Aun con ese panorama, el estratega tiene una posibilidad de no ser ni siquiera juzgado, ya que en el mismo Código de Ética, el artículo 12 se refiere a la prescripción.
“Por regla general, las contravenciones del presente código no podrán ser procesadas después de un lapso de cinco años”, se señala.
Es decir, si realmente las conversaciones de Matosas se dieron en 2012, ya pasaron siete años. Solo en algunos casos específicos, la prescripción es de diez años, pero lo del exseleccionador de la Sele no cabría ahí.
El mismo día que se dio a conocer la denuncia de En Punto, Matosas se enfrentó a las preguntas de los periodistas aztecas, luego de la derrota 3-2 del Atlético de San Luis, hasta ese momento su equipo, ante León.
Sin embargo, el técnico no ahondó demasiado y prefirió decir que debía hablar con sus abogados.
"Primero tengo que hablar con el abogado y la gente del club, para ver de dónde salen todas esas cosas. Permítanme por hoy (sábado) no hacer ningún tipo de comentarios hasta que tenga un panorama claro de la situación, es lo más coherente y responsable que puedo hacer”.
“Necesitaba tiempo para ver las cosas y ver cómo fue armada esa grabación, es muy rara”, comentó.
Menos de 24 horas después de esas declaraciones, el Atlético San Luis anunció su salida de la institución.
“Dicha decisión ha sido tomada por mutuo acuerdo entre nuestra directiva y entrenador, después de analizar la situación deportiva por la que pasa el equipo”, citó el comunicado.
En ocho partidos, entre Liga MX y Copa, apenas sumó dos triunfos y el resto fueron derrotas. Su rendimiento final se resume en 25%.
Sin embargo, su pobre desempeño también se unió al escándalo por supuesta corrupción, asunto en el que ahora debe abocarse el entrenador.
