Fútbol Internacional

El verdadero héroe, el falso héroe

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La guerra de las Malvinas constituyó un trauma histórico y colectivo para Argentina. Corría el infausto año de 1982. Se juega el campeonato mundial en España. La Selección Argentina perdió el partido inaugural contra Bélgica por 1-0, en el estadio Camp Nou, el 13 de junio. Al día siguiente, la Argentina firmaba la capitulación ante Inglaterra. Dos fechas amargas, en el terreno de la guerra real y de esa guerra lúdica que es el fútbol. Argentina llevaba un equipazo, ciertamente mejor que el que había ganado la copa del mundo en 1978. Ahí estaba la base del equipo campeón, reforzada además por Ramón Díaz y Maradona. Aun así cayeron ante Bélgica, Italia y Brasil. Es evidente que la desmoralización nacional acarreada por la derrota bélica afectó a la selección. Osvaldo Ardiles perdió a su primo José, miembro de la Fuerza Aérea Argentina. Mientras duró el conflicto, “Ossie” dejó de jugar para el Tottenham Hotspur y se pasó al París Saint-Germain. Meses después, regresaría al equipo inglés, con el que ganaría la Copa de la UEFA y dos campeonatos locales.








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