FIFA, la principal promotora del fútbol mundial, creó una estructura monopólica alrededor del deporte más popular del planeta, que envolvió a sus dirigentes en una red de corrupción.
El golpe que recibió esa entidad, este miércoles, por parte de la Justicia estadounidense, se convirtió en la tarjeta roja a un esquema de ganancias sin precedentes, basado en sobornos, contrabando, evasión de impuestos, lavado de dinero y compra de activos.
De acuerdo con la acusación del fiscal del Distrito Este de Nueva York, Kelly Currie, la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) generó un poderoso esquema contrario a la sana competencia, que distorsionó el mercado de los derechos comerciales de la transmisión de sus torneos.
Como consecuencia, se minó la capacidad de otras empresas de mercadeo deportivo para competir por tales derechos de transmisión, a raíz de la corrupción de sus propios dirigentes.
Influencias. En los últimos 25 años, FIFA elevó a posiciones de poder e influencia, en el mundo del fútbol, a una pequeña red de empresas de mercadeo para aprovecharse de los derechos de transmisión de este deporte, particularmente en Estados Unidos. Las organizaciones nacionales, creadas por FIFA para promover y regular el fútbol en las regiones, estrecharon sus lazos con esas compañías de mercadeo deportivo.
Eso les permitió generar beneficios sin precedentes mediante la venta de derechos de divulgación a los medios de comunicación. Por ejemplo, para el cuatrienio 2007-2010, que desembocó en el Mundial del 2010 (Sudáfrica), FIFA tuvo ingresos por $4,1 billones. El 83% resultó de la venta de derechos de televisión y mercadeo, con una ganancia de $631 millones.
Para el periodo 2011-2014 (Mundial Brasil 2014), recibió $5,7 billones. El 70% fue por los derechos comerciales y obtuvo una ganancia de $338 millones.
Contratos. La acusación del fiscal lanza un fuerte cuestionamiento a la forma en la cual la FIFA desarrolló aparentes “contratos de servicios y consultorías” para imprimir un matiz de legitimidad a los pagos ilícitos que dirigentes exigían a empresas de mercadeo, a cambio de derechos comerciales.
Esos funcionarios utilizaban sus posiciones de privilegio, dentro de las asociaciones de fútbol de cada nación, para participar en esquemas que implican la solicitud, oferta, aceptación, pago y recibo de dineros no revelados e ilegales, sobornos, así como comisiones ilícitas.
La Fiscalía dice que se utilizaron diversos mecanismos como los intermediarios de confianza, banqueros, asesores financieros y agentes de cambio, para realizar y facilitar los pagos ilícitos.
Por otra parte, crearon sociedades ficticias y cuentas bancarias en paraísos fiscales.
También, hubo ocultación de cuentas en el extranjero, ajuste de transacciones financieras que evitaran la declaración de divisas, contrabando de dinero, compra de bienes inmuebles y otros activos físicos, uso de cajas de seguridad, evasión de impuestos y obstrucción de la justicia.