Sao Paulo, AFP. Argentina logró este sábado el tercer puesto de la Copa América, el de consolación, al derrotar a Chile en un partido de juego sucio en el que Lionel Messi y el defensa Gary Medel fueron expulsados.
En su mejor partido del torneo, los argentinos abrieron el marcador en el minuto 12, con un gol de Sergio Agüero tras una jugada iniciada con picardía por Messi, y en el 22 pusieron el 2-0 con un balón picado del delantero Paulo Dybala.
En el 59, el volante Arturo Vidal descontó con un gol de penal.
Pero el gran punto de giro del partido llegó en el 35, cuando Messi y Medel recibieron roja directa por un forcejeo tras una pugna por un balón que se perdía por la línea de fondo.
"Es difícil valorar al árbitro: echa a perder el espectáculo, no te deja jugar... el partido se calienta sin sentido. El espectáculo lo hacemos los jugadores, no el árbitro, esperemos que eso mejore", lamentó Vidal.
“Te para mucho el partido, quiere ser importante él (arbitro) y se empieza a calentar el ambiente. Con dos jugadores menos, el partido se complica mucho más. No debería pasar eso”, insistió el volante del Barcelona.
Es la segunda expulsión de Messi en toda su carrera, ambas con Argentina.
La primera fue en su debut con la Albiceleste, en 2005 en un amistoso contra Hungría, cuando poco después de saltar a la cancha lanzó un codazo para zafarse de un contrario.
Tras el partido se organizó una ceremonia de premiación, pero Messi no acudió a recibir su medalla, como sí lo hizo el resto de sus compañeros.
Consolación. El del tercer y cuarto puesto es, sobre el papel, el partido que nadie quiere jugar. Pero el hecho de que fuera una repetición, aunque descafeínada, de las finales de 2015 y 2016 -ambas ganadas por Chile en sendas definiciones por penales-, le dio un aire de revancha, de duelo a muerte entre los rivales que se tienen ganas desde un tiempo a esta parte.
Y, aunque ambos empezaron con un juego lento y errático, rápidamente saltaron chispas, al punto que el árbitro paraguayo Mario Díaz de Vivar mostró dos tarjetas rojas y siete amarillas.
Chile, que había salido con su elenco de lujo, estuvo muy lejos de ser la Roja bicampeona de América que deslumbró al mundo. Su línea de tres con Medel, Gonzalo Jara y Paulo Díaz no funcionó, y quedó muy tocada por la salida por lesión en el muslo de Alexis Sánchez.
A los pocos minutos, los de Lionel Scaloni, que fueron de menos a más en este torneo, dominaban el juego, muy sólidos en defensa y muy activos en ataque.
Messi, considerado por muchos el mejor del mundo, estuvo muy motivado, pese a que otra vez se ha quedado sin títulos con la Albiceleste: desde su posición de ‘falso 9’ abrió juego, buscó espacios y trianguló con Agüero y Dybala, la gran novedad del once inicial.
El primer gol nació de sus botas, cuando aprovechó el despiste de la Roja, que protestaba por una falta, para reiniciar el juego y buscar on una diagonal al 'Kun', que muy hábilmente sorteó al portero Gabriel Arias.
En el segundo de la albicesleste, un excelso pase raso de Giovani Lo Celso cayó en las botas de Dybala. El delantero de la Juventus se internó y superó a Gabriel con un soberbio zurdazo picado.