El Arsenal evitó la derrota en la recta final e igualó 2 a 2 en casa contra el Bayern de Múnich, este martes en la ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones, dejando todo abierto para la vuelta.
Las horas previas al inicio del partido habían estado marcadas por las amenazas del grupo yihadista Estado Islámico contra la Champions, pero una vez que empezó a sonar el himno del torneo el fútbol fue el protagonista.
Bukayo Saka había adelantado a los londinenses en el minuto 12, pero luego los bávaros dieron la vuelta al marcador, con un tanto de Serge Gnabry y un penal transformado por Harry Kane.
El belga Leandro Trossard, que había entrado en el partido diez minutos antes, puso en el 76 el 2-2 definitivo.
El francés Kingsley Coman pudo haber dado el triunfo al Bayern en el 90, enviando al palo, pero el pulso llegará igualado a Múnich, donde se decidirá la identidad del equipo semifinalista el miércoles de la próxima semana.
No llegaba precisamente con los mejores argumentos a este pulso un Bayern con la confianza tocada y casi hundida, que venía de dos derrotas seguidas en la Bundesliga que le han dejado a 16 puntos del líder Bayer Leverkusen y ya sin opciones reales de sumar un duodécimo título seguido en el campeonato alemán.
La dinámica era mucho mejor para el Arsenal, líder de la Premier League por delante de los poderosos Liverpool y Manchester City, pero sobre el césped el pulso entre la jerarquía de la historia y la coyuntura del momento quedó en tablas por el momento.
El Arsenal, que vivía este martes su primer partido de cuartos de final de la Champions desde 2010, pudo al menos tener el alivio de evitar al final una derrota que le hubiera dejado contra las cuerdas.
“En la Liga de Campeones no tienes que ceder nada al rival, hoy les hemos dado dos goles. Es la mayor lección que nos deja hoy”, estimó el técnico español de los ingleses, Mikel Arteta.
Pese a que el empate como visitante puede parecer un resultado favorable pensando en la vuelta, el Bayern, seis veces campeón de Europa, sigue sin ganar desde el parón por los partidos de selecciones del pasado mes.
“Ha sido un partido muy duro, ante un rival muy fuerte y con un público que estuvo muy bien. Solo el árbitro bajó la media hoy”, estimó el entrenador del Bayern, Thomas Tuchel, que reclamó que durante la segunda parte no se pitó un penal a su entender claro a favor de los suyos.
El duelo comenzó mal para el Bayern, lo que hizo pensar en una nueva catástrofe del equipo: en el 12, Ben White envió un paso al área para Saka, que de tiro cruzado puso el esférico lejos del alcance del veterano Manuel Neuer.
White pudo ampliar la cuenta poco después, en el 17, pero Neuer le ganó el mano a mano.
Y del que podía haber sido el 2-0 se pasó al 1-1, cuando una pérdida de balón en el centro del campo permitió al Bayern liderar un veloz contragolpe que terminó con un pase de Leon Goretzka desde la frontal del área al interior de la misma, para que Gnabry metiera con apuros el pie, lo justo para marcar.
El penal transformado por Kane en el 32 puso ya en ventaja a los alemanes e hizo recordar al astro inglés el sabor de sus tantos en los derbis del norte de Londres que jugó durante años con el Tottenham contra el Arsenal.
En la segunda mitad, el Bayern supo contener durante mucho tiempo los intentos de los locales e incluso Goretzka y Kane se acercaron al gol con intentos desde fuera del área.
Gnabry fue cambiado en el 70, aparentemente con molestias físicas.
El tanto se dio en la otra portería, en el 76, cuando un pase en corto de Gabriel Jesús fue aprovechado por Trossard para enviar un disparo en el área que se convirtió en el 2-2.
El descuento estuvo lleno de tensión porque un gol cambiaba el panorama para la vuelta.
Coman heló por un momento la sangre de los hinchas ‘gunners’, enviando al palo en el 90, y el Arsenal acabó incluso el partido enfadado por una caída en el área de Saka (90+4) que quedó sin sanción.