El cierre no pudo ser más dramático. A cuatro minutos del final, el defensor Marcos Rojo se filtró entre los centrales de Nigeria y remató de primera intención para perforar las redes y asegurar el boleto de la Albiceleste a los octavos de final.
Agónico, sufrido, con el rostro de Javier Mascherano ensangrentado y el grito eufórico de Lionel Messi mientras se lanza sobre los hombros de Rojo, el inesperado héroe, la selección suramericana vence 2 por 1 a Nigeria y ahora se alista para enfrentar a Francia.
No jugó bien Argentina ante Nigeria, como tampoco lo hizo ante Croacia e Islandia. Los africanos se replegaron, a razón de su fuerte contragolpe y el poco tino de Argentina para llegar con claridad de la portería contraria.
Lionel Messi fue quien abrió la cuenta al 14'; posteriormente apareció Moses para igualar el partido al 51', desde el punto de penal. Después de una falta cometida por Javier Mascherano, quien tomó de la camisa al futbolista nigeriano.
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En el epílogo, Rojo se encargó de devolver la esperanza a Argentina al 86', que enfrentará a un equipo galo de muy poco en la cita, con figuras pero deficiencias colectivas marcadas.
Cualquiera diría que Argentina tendrá que mostrar un mejor nivel en octavos de final si quiere seguir con vida, pero su rival de turno, Francia, también llega lleno de altibajos.
Periodista deportivo, reportero en Brasil 2014, hoy es panelista en 'Fútbol Al Día' de Canal 8 y ‘Por Goleada’ de Radio Columbia, y columnista en Puro Deporte de La Nación.
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