
El proyecto del nuevo Estadio Nacional, ubicado en Antiguo Cuscatlán, se perfila como el más grande de Centroamérica, con una capacidad estimada para 50.000 espectadores y una arquitectura moderna con significado simbólico.
Este recinto será la sede principal del fútbol salvadoreño y está diseñado para ofrecer una experiencia integral tanto en eventos deportivos como culturales. Además de partidos, también podrá albergar conciertos, exposiciones y festivales.
La construcción del estadio se anunció el 31 de diciembre de 2021, cuando el presidente Nayib Bukele presentó los planes a través de redes sociales.
La obra forma parte de un acuerdo bilateral con el gobierno de China, que impulsa el financiamiento mediante su política conocida como diplomacia de estadios. El convenio se gestionó desde 2019, durante una visita presidencial a ese país.
Los trabajos de demolición del sitio anterior, una escuela militar, comenzaron en 2022. El acto simbólico de colocación de la primera piedra se realizó el 30 de noviembre de 2023. Las autoridades proyectan que el estadio estará finalizado a inicios del año 2027.

El diseño incluirá dos niveles de graderías, con un área exclusiva para palcos empresariales. Su forma ovalada rodeará completamente el campo de juego y estará cubierta por una cúpula que funcionará como techo y fachada.
Uno de los elementos distintivos será su concepto simbólico. Las formas redondeadas representan gotas de lluvia, en alusión a la historia agrícola y natural del país. Además, los muros curvos del acceso principal simulan olas del océano y alas de libertad, según sus arquitectos. El amplio paseo de ingreso buscará reflejar la hospitalidad de la población.
El estadio contará con tecnología de última generación y tendrá un sistema de consumo energético eficiente. El gobierno salvadoreño considera que esta obra se convertirá en un símbolo de modernidad y cooperación internacional, como parte de la relación con China.