El Partido Liberación Nacional (PLN) volvió a fracasar en su intento de celebrar la asamblea cantonal de San Ramón, en la provincia de Alajuela, requisito indispensable para acceder a la deuda política.
Los verdiblancos lograron reunir a 39 delegados, cifra insuficiente frente a los 54 necesarios para conformar el cuórum que daría validez a la sesión y a sus acuerdos.
Este es el enésimo intento del PLN por completar el proceso de renovación de sus estructuras internas, una exigencia del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) para que el partido pueda optar por los fondos estatales.
El procedimiento incluye la elección de delegados y autoridades partidarias en esa localidad alajuelense.

Aunque la asistencia superó la de convocatorias anteriores, la ausencia de un grupo de delegados liderado por el exalcalde ramonense Nixon Ureña sigue bloqueando el avance del proceso, pese a los esfuerzos de la campaña presidencial de Álvaro Ramos por lograr un acercamiento con este bloque.
A la cita no asistió Ramos, quien tenía programado un foro de seguridad en San José a la misma hora de la asamblea cantonal. No obstante, sí asistió su jefe de campaña, Álvaro Ramírez, quien expresó satisfacción y optimismo por la mejora en la asistencia.

La nueva convocatoria será definida en los próximas días, pero será posterior a la celebración de la Asamblea Nacional que está programada para el próximo 13 de setiembre.
Ese día, los liberacionistas eligirán a sus candidatos a diputados y ratificarán a los aspirantes a las dos vicepresidencias de la República.
Diálogo con Nixon Ureña no prosperaró
Ramírez aseguró que las visitas realizadas a San Ramón por el candidato presidencial y su equipo de campaña “ya muestran resultados”. “El diálogo está funcionando”, afirmó.
Sobre los contactos con el exalcalde Nixon Ureña, señaló que no prosperaron, pues no encontraron disposición de su parte para colaborar en la convocatoria de la asamblea cantonal. “Con esa actitud, vemos muy poco probable que eventualmente puedan participar”, dijo.
Agregó que, aunque esperan un cambio de postura, hasta ahora no ha sido posible. La Nación solicitó una reacción a Ureña tras el nuevo fracaso en San Ramón, pero este no respondió.
Abordaje personalizado

Ramírez indicó que seguirán con un abordaje personalizado de los delegados de la cantonal, estrategia que comparte el exdiputado liberacionista Edgardo Araya (2010-2014), uno de los dirigentes más activos en los intentos de convocatoria.
Araya detalló que fueron llamados 54 delegados, de los cuales lograron conversar con 38. Agradeció a quienes asistieron y explicó que ahora el objetivo es buscar a quienes hacen falta para completar la asistencia requeridad y consolidar el apoyo de los 40 delegados se apersonaron este sábado, ya que uno llegó un minuto tarde (a las 12:01 p. m.), cuando ya había vencido el plazo para establecer el cuórum.
El exlegislador afirmó que el Comité Ejecutivo del PLN también participó directamente en contactar delegados, destacando el trabajo de la tesorera Annie Saborío, la vicepresidenta Ana Lucía Delgado y el fiscal Óscar González. Estos tres dirigentes, junto con Araya y la delegada ramonense Gina Caballero, realizaron llamadas hasta las 11:30 p. m. del viernes para motivar la asistencia.
Sobre los conflictos internos que mantienen al partido en esta situación, Araya expresó que “eso hay que dejarlo atrás, dejar de lado las ambiciones personales”.
El secretario general del PLN, Miguel Guillén, coincidió en el llamado a la unidad y fue enfático: “No vamos a ceder a ningún chantaje, ni ante el bloqueo y el sabotaje. Vamos a apostar por el sentido de responsabilidad de los delegados ramonenses”.
Guillén subrayó que no ha habido “ningún pacto” en las conversaciones con los delegados y que han percibido mayor apertura en la base partidaria, aunque no así en algunos liderazgos que han obstaculizado el proceso local.
