
Mónica Araya Esquivel relató los conflictos que tuvo con el mandatario Rodrigo Chaves en torno a dos licitaciones durante los dos años en que estuvo en la Presidencia Ejecutiva del Instituto Nacional de Seguros (INS). Se trataba de concursos por contratos que, juntos, ascendían a $17,3 millones y que, en su criterio, le costaron su destitución, el 8 de mayo del 2024.
Araya dijo que Chaves le pidió aprobar dos adjudicaciones que no cumplían con los criterios técnicos y financieros: un contrato de casi $10 millones de compra de 15 camiones extintores para el Benemérito Cuerpo de Bomberos, y otro por $7,3 millones por 1,9 millones de stickers y los servicios para la implementación del marchamo digital.
En ambos casos, la recomendación técnica era declarar desiertas ambas licitaciones y reiniciar, desde cero, los procesos de contratación.
No convocar a Consejo Directivo de Bomberos
En el caso de la primera licitación, el 18 de marzo del 2024, el Consejo Directivo de Bomberos frenó la adjudicación ante dudas con el proceso, porque solo hubo un oferente y existía una denuncia sobre presuntas irregularidades.
En ese caso, según Araya, Chaves le dijo que no convocara a esa sesión del Consejo Directivo, que dejara que se venciera el plazo y así, el contrato quedaba adjudicado sin que ellos se tuvieran que pronunciar. Según la exjerarca del INS, esa fue la recomendación que le hizo Jorge Eduardo Sánchez, quien es presidente del Banco Popular y, al mismo tiempo, ocupa una silla en la cúpula de Bomberos.
El oferente era el Consorcio Eurobus-Cotisa, integrado por las empresas Comercializadora Técnica Industrial del Oeste S. A. (Cotisa) y Eurobus S. A..
Despido inmediato
La segunda licitación, relacionada con el marchamo digital, fue adjudicada originalmente al Consorcio PC Central Neology, por $5,53 millones. Sin embargo, esta decisión fue anulada por la Contraloría General de la República tras analizar una apelación.
Chaves, de acuerdo con el relato de Mónica Araya, pretendía que se le adjudicara a la segunda oferta, del consorcio E-Pass. Incluso, ella salió públicamente diciendo que así se iba a hacer.
No obstante, la exjerarca dijo que, tras hacer una serie de estudios de cumplimiento, se detectó un sobreprecio de $1,8 millones, es decir, que la oferta ascendía a $7,3 millones, y entonces, la recomendación fue declarar desierto el proceso de contratación.
En ese momento, dijo, Chaves le pidió adjudicar la licitación a E-Pass, pese a esa advertencia del sobreprecio.
“La recomendación (del presidente) es que se adjudicara a la segunda empresa, ante lo cual mi respuesta, en su momento, fue que sí, que se adjudicaría. Necesitaba ganar tiempo, yo sabía que ya iba para afuera, iba a poner mi renuncia, pero antes iba a dejar ese contrato sin adjudicar”, dijo Araya.
Fue el 8 de mayo del 2024, cuando la Junta Directiva del INS declaró desierta la licitación. Horas después, Chaves destituyó a Araya, luego de negarse a aceptar su renuncia.
En este caso, ella también contó que un representante de la empresa le escribió un correo, porque quería hablar con ella.
Mónica Araya se refirió a esas dos licitaciones, la tarde de este jueves, durante su comparecencia ante los diputados de la Comisión para el Control de Ingreso y Gasto Públicos, donde fue llamada para que refiriera al caso Tradeco.
Licitaciones por Casa Presidencial
La ahora exjerarca del INS también contó que, tras la destitución de Luis Amador como ministro de Obras Públicas y Transportes, en marzo del 2024, la directriz que recibió fue que todas “las licitaciones grandes debían ser analizadas por Casa Presidencial”.
“No creo que sea usual que eso ocurra, pero no sé si así ocurría en otros gobiernos”, manifestó Araya.
Mónica Araya Esquivel relató los conflictos que tuvo con el mandatario Rodrigo Chaves en torno a dos licitaciones en el INS, que en conjunto ascendían a $17,3 millones, y que, al final, en su criterio, le costaron su destitución de la Presidencia Ejecutiva de esta institución el 8 de mayo del 2024.
