La más reciente encuesta del CIEP midió por cuáles candidatos presidenciales nunca votaría la gente en tres escenarios: la totalidad de los entrevistados, los indecisos y las personas con voto decidido.
En los tres escenarios, el aspirante con más rechazo de cara a las elecciones de febrero del 2026 es Álvaro Ramos Chaves, del Partido Liberación Nacional (PLN).
“Es normal que el segundo candidato con más apoyo (en este caso, Ramos, con un 8% de la intención) tenga mayor rechazo, también ha pasado con candidatos que van encabezando. Tiene que ver con que son figuras populares, más fáciles de reconocer y recordar cuando se les pregunta por opciones que rechazarían”, explicó a La Nación Ronald Alfaro Redondo, coordinador de la encuesta.
En cuanto al total de personas, el segundo lugar lo tiene Ariel Robles Barrantes, del Frente Amplio.
En cambio, entre los indecisos y los que ya tienen el voto decidido, aparece en segundo lugar Laura Fernández Delgado, del Partido Pueblo Soberano (PPSO), seguida por Ariel Robles y Claudia Dobles Camargo, esta última de Coalición Agenda Ciudadana (CAC).
Los datos muestran que los indecisos no están tan polarizados sobre el rechazo, mientras que los decididos concentran su oposición en Ramos, Fernández y Robles.

Para el estudio dado a conocer este 3 de diciembre, el Centro de Investigaciones y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica (UCR) efectuó una encuesta tipo panel, en la que entrevistó a las mismas personas que había consultado en octubre.
De las 3.003 personas estudiadas en octubre, 1.264 no aceptaron ser encuestadas en noviembre. El estudio se hizo, entonces, con base en 1.759 ciudadanos. Con este número de entrevistas, el margen de error es de 2,3 puntos porcentuales hacia arriba o hacia abajo.
El 30,9% de todos los entrevistados dijo que nunca votaría por Álvaro Ramos, así como el 25,7% de los indecisos y el 40,2% de las personas que ya decidieron su voto.
Indecisos están poco polarizados
Entre los indecisos, un 45,4% de personas no sabe por quién nunca votaría. Luego, aparecen Álvaro Ramos, Laura Fernández, Claudia Dobles y Ariel Robles.
Para este segmento indeciso del electorado, no solo es difícil decidir su voto, sino también por quién nunca lo ejercerían.
“Este resultado muestra que, además de no contar con una preferencia definida, este grupo tampoco ha estructurado con claridad sus exclusiones o rechazos políticos, lo que sugiere un perfil de indecisión sustantiva y poco polarizado en cuanto a las candidaturas disponibles”, destacó el CIEP.
Decididos concentran su rechazo en Ramos, Fernández y Robles
Finalmente, cuando se analiza a las personas que ya decidieron su voto, el primer lugar lo mantiene Ramos, seguido de Fernández y de Robles. En este caso, la categoría de “no sabe” cae a un cuarto lugar.
“El rechazo no se distribuye de manera homogénea, sino que se concentra de forma marcada en tres candidaturas: PLN, PPSO y FA. Esta estructura de rechazo sugiere dinámicas de competencia diferenciadas, en las que ciertos liderazgos generan resistencias significativas dentro del electorado que ya ha tomado posición, mientras que otros exhiben niveles de rechazo mínimos”, señaló el CIEP.
¿Por qué los rechazan?
De acuerdo con el CIEP, se observa un patrón de rechazo asociado a partidos tradicionales o con presencia sostenida en el gobierno.
“En particular, el PLN aparece como la agrupación con mayor resistencia, seguido por el FA y Nueva República (PNR), partidos que también han tenido representación parlamentaria. A esto se suma el caso de Claudia Dobles Camargo (de la Coalición Agenda Ciudadana), identificada por parte del electorado con el PAC, partido que gobernó durante dos administraciones consecutivas, pese a que en esta elección participa mediante una coalición”.
Por su parte, las menciones de rechazo hacia Fernández pueden asociarse a su posición como figura del oficialismo, “pese a que el partido por el cual se postula no corresponde a la agrupación política con la que el gobierno actual accedió a la presidencia y a la representación legislativa”, manifestó el informe.
La principal razón de rechazo no tiene que ver no con el candidato, sino con el partido político al que representa. Sin embargo, en segundo lugar, sí está un rechazo explícito al candidato.
Finalmente, los partidos emergentes y sin experiencia previa en puestos de representación estatal registran porcentajes reducidos de rechazo. De acuerdo con el análisis, esto sugiere una menor exposición pública o un nivel más bajo de identificación negativa.
