
Como embajadora del Estado de Israel en Costa Rica, deseo referirme al editorial de La Nación publicado el 20 de setiembre de 2025, el cual se refiere a Israel basándose en conclusiones de una comisión internacional cuestionable.
El mencionado editorial omite señalar hechos esenciales que afectan de manera directa la honra y la veracidad.
Conviene recordar que dicha comisión fue establecida en 2021 a solicitud de Pakistán, con un mandato específico de culpabilizar a Israel. Desde el inicio, se designó como presidenta a Navi Pillay, figura que durante décadas ha manifestado abierta animadversión hacia Israel y ha promovido campañas de boicot en su contra.
Este antecedente, por sí mismo, compromete la imparcialidad y credibilidad de la comisión y viola la propia normativa de la ONU, que establece que los miembros de sus órganos deben mantener independencia, objetividad y ausencia de prejuicios. En estas condiciones, sus conclusiones carecen de la neutralidad que debería caracterizar a un mecanismo internacional.
El genocidio es el crimen más grave que existe y por ello la Convención para la Prevención del Genocidio establece un umbral muy alto, exigiendo que no exista ninguna otra explicación razonable para la situación más allá de la intención expresa y específica de exterminar a un grupo entero.
Para llegar a esa falsa conclusión, la señora Pillay y su comisión ignoran el hecho de que hay una guerra en Gaza, que la organización terrorista Hamás utiliza la infraestructura y a los civiles de Gaza como escudos humanos, que Israel adopta medidas activas para evacuar a los civiles de Gaza de las zonas de combate, y que Israel ha facilitado la entrada de más de 2 millones de toneladas de ayuda humanitaria, mientras que Hamás continúa robándola; que Hamás podría poner fin a la guerra hoy mismo liberando a los rehenes israelíes y terminando con su régimen de terror en Gaza, entre otros hechos.
La señora Pillay, junto con otros supuestos “expertos” sesgados, ignora todos estos hechos para llegar a una conclusión falsa y predeterminada contra Israel.
En conclusión, la batalla de Israel consiste en liberar a sus rehenes y liberar a Gaza del terrorismo. Esa debería ser también la batalla de toda sociedad democrática que cree en la dignidad humana. Lamentablemente, el editorial de La Nación, al repetir sin cuestionar las narrativas de Hamás y al recurrir a referentes parcializados, se suma a una corriente que confunde a la opinión pública y debilita el verdadero objetivo: aislar al extremismo y proteger a los inocentes.
La Embajada de Israel reafirma su compromiso con el derecho internacional, con la vida y con la paz, y hace un llamado a todos los actores responsables de crear opinión a que ejerzan su rol con equilibrio, rigor y sensibilidad, sin dejarse arrastrar por acusaciones infundadas que en nada contribuyen a la justicia ni a la reconciliación.
email.ambassador@sanjose.mfa.gov.il
Mijal Gur Aryeh es embajadora de Israel en Costa Rica.