Mi primera relación sexual la tuve sin condón. Ella era mi novia, por eso sabía que no iba a contraer una enfermedad de transmisión sexual, pero corrimos el riesgo de que ella quedara embarazada. Hoy tengo 25 años, soy una persona de clase media, con una familia relativamente “normal” y sin ningún problema grave en mi infancia o adolescencia. Estudié en un colegio privado cristiano y fui criado dentro de esa misma religión. A mí nunca me hablaron sobre sexualidad, pero creo que es importante abordar este tema.
Según la Segunda Encuesta Nacional de Salud Sexual y Salud Reproductiva-2015, publicada por el Ministerio de Salud, el 53% de las mujeres y el 69% de los hombres costarricenses han tenido relaciones sexuales a los 18 años. Esto quiere decir que las personas tienen sus primeras relaciones sexuales durante su etapa de colegio.
Por ello, y unas cuantas razones más, el Ministerio de Educación Pública (MEP) incluirá, a partir del próximo año, la Educación para la Afectividad y la Sexualidad como asignatura regular en su programa de estudios para los alumnos de décimo año.
La ministra de Educación, Sonia Marta Mora, comentó que los contenidos incluirán temas como relaciones positivas, nuevas masculinidades y feminidades, la importancia de la denuncia en las relaciones abusivas, el papel del Estado y el placer.
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Cristianos en contra. Un grupo cristianos (entre ellos diputados) se opuso a las clases de educación sexual desde su primera presentación como parte de la materia de Ciencias en el 2012.
Por eso la Sala Constitucional falló a favor de que las clases fueran optativas, aduciendo que “salvaguarda el derecho de los padres de familia a exceptuar a sus hijos” de estas clases “en los casos en que afecte sus creencias religiosas o los valores que desean transmitir a sus hijos”.
¿Por qué una persona evangélica o católica no querría que su hijo recibiera clases de educación sexual?
Sé lo que dice la Biblia respecto a las relaciones sexuales dentro y fuera del matrimonio, de la pureza y todo lo que eso conlleva. No solo lo conozco, sino que lo creo. Sin embargo, después de un pequeño sondeo entre amigos que fuimos al mismo colegio y nos criaron de la misma forma, me di cuenta de que el 100% ya ha tenido relaciones sexuales y el 88% lo hizo antes de casarse. Ese mismo sondeo me mostró que un 12% de ese grupo lo hizo entre los 10 y 15 años, y un 52% entre los 16 y los 20 años.
Así que, cristianos o no, las personas están teniendo relaciones sexuales antes del matrimonio. Las clases van más allá de solo decidir si se tienen relaciones sexuales o no, pues se tratan temas como relaciones abusivas, verdaderas masculinidades y el placer… ¡Ah, el placer! Eso que nos satanizan muchas veces.
Pero, bueno, las clases son optativas, así que si “a su hijo lo educa usted” por favor hágalo bien y enséñele un poco más allá del pecado.
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Embarazos no deseados. La Segunda Encuesta Nacional de Salud Sexual y Salud Reproductiva también reveló que la mitad de las mujeres no deseaba su último embarazo y uno de cada tres hombres no deseaba el último embarazo de su pareja.
Pero ¿por qué debemos evitar los embarazos no deseados, especialmente en colegiales? Porque está relacionado con la pobreza.
Muchas adolescentes que quedan embarazadas en su etapa de colegio se ven forzadas a abandonar sus estudios para trabajar y mantener a su bebé. Así se da un efecto dominó donde, al no tener escolaridad, le es muy difícil encontrar un buen trabajo y caen en la pobreza, y como el bebé crece en pobreza, el ciclo se repite.
Mis conclusiones. Las clases de educación sexual hay que celebrarlas, apoyarlas y promoverlas. De hecho, si tuviera que encontrarle algo malo al proyecto del MEP es que no sea obligatorio desde edades más tempranas.
A los cristianos: no le va a pasar nada a su hijo por aprender cómo se pone un condón o qué es la sífilis. Tomemos esto como una ayuda y una extra a la educación (muy valiosa, por cierto) que ya ustedes dan en sus casas.
A los colegiales: ¡Edúquense! Es lo mejor que pueden hacer. No anden jugando de hombrecitos teniendo relaciones sexuales sin condón o creyendo que no son lo suficientemente hombres o mujeres si no tienen sexo en el colegio. Yo no lo hice en esa etapa y no me pasó absolutamente nada.
El autor es periodista y productor audiovisual.