Bajo el lema "a mis hijos los educo yo", un grupo de manifestantes se congregó la mañana de este sábado en la plaza de la Democracia, en San José, para protestar contra la nueva asignatura de Educación para la Sexualidad, que el Ministerio de Educación Pública (MEP) impartirá a los alumnos de décimo año a partir del 2018.
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Los asistentes, en su mayoría vestidos de blanco, exigieron que en los colegios no se eduque sobre temas que, según consideran, deberían enseñarse en los hogares. Sostienen que el contenido de la nueva clase irrespeta sus creencias religiosas.
"Creemos en lo que dice la Biblia: varón y hembra los creó, y que la educación de nuestros hijos está en nosotros como padres, y que el MEP no debe meterse en esa parte. No estamos en contra de la educación sexual pero creemos que es en el seno de la familia", expresó Mauricio Vargas, vecino de Heredia.
El 5 de julio anterior, en la conferencia de prensa para anunciar la medida, la jerarca del MEP Sonia Marta Mora explicó que en las clases se hablará sobre temas como sexualidad, derechos de las personas LGBTI y personas con discapacidad, violencia sexual, acoso callejero, riesgo de embarazos y de contagio de enfermedades venéreas, relaciones de pareja y la crianza igualitaria de los hijos.
La ministra también aclaró que, pese a que se procurará que el mayor número de muchachos reciba estas lecciones, los padres de familia podrán decidir si sus hijos asisten o no.
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En esa ocasión, Mora aseguró que para crear la nueva asignatura tomaron en cuenta las cifras sobre violencia doméstica, femicidios y embarazos adolescentes en el país, y por eso la temática se pensó para ayudar a los jóvenes a prevenir ese tipo de situaciones.
Para Mayra Vargas, una de las asistentes a la concentración, ese argumento no justifica las lecciones que se impartirán a los colegiales.
"Todos sabemos que esos problemas han sucedido siempre, pero hay otras formas de ayudar a esas personas, y es solo a través de Jesús y de creer en la palabra", manifestó Vargas.
Por su parte Rebeca Salas, vecina de Heredia, expresó preocupación por el hecho de que a los jóvenes se les enseñe sobre diversidad sexual.
"Esto no quiere decir que vamos a hacer a un lado ni a señalar personas, porque Dios no nos manda a eso. El problema es que no nos están respetando nuestros pensamientos y no queremos que se inculque que son normales cosas que no lo son", dijo Salas.
Durante el encuentro, en un toldo, se vendieron libros que, según los organizadores de la protesta, son "antídotos contra la ideología de género".
Los primeros manifestantes llegaron a las 9 a. m. y se reunieron en la explanada de la plaza, junto a avenida segunda. La actividad terminó a las 11.45 a. m., cuando los líderes religiosos dejaron de hablar y se apagaron los parlantes.