
En el editorial del viernes 5 de febrero se afirmó que la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep) pretende —como sector productivo unido— descarrilar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Nada más lejos de la realidad.
El primer error del editorialista es homologar a la Uccaep con otro gremio que no forma parte de las 38 instituciones que solicitaron el espacio de reflexión (o de diálogo) al Ejecutivo. Además, el editorial se aparta de fundamentos reales para caer en epítetos que no corresponden al señorío y credibilidad de un medio de prensa y que, de nuestra parte, tengan por seguro nunca usaríamos para hacer alusión a un medio tan prestigioso como La Nación.
El segundo punto, y más importante, es que los lectores de La Nación conozcan lo que realmente proponemos de cara a un acuerdo con el FMI. Estas observaciones serán presentadas a la Asamblea Legislativa.
Lo que la Uccaep advirtió al gobierno y a los diputados, en materia de empleo público, es de que deben quedar muy bien reguladas las convenciones colectivas para evitar los abusos que han venido ocurriendo, pero, a la vez, para no exponer el proyecto a vicios de inconstitucionalidad.
En relación con el salario global hay preocupaciones válidas sobre cómo se hará para incorporar a todos los funcionarios y acerca de los efectos que tendría en las arcas del Estado; por ello, debe valorarse un sistema de bandas que asegure la constitucionalidad de la propuesta. Finalmente, con respecto a la rectoría, es importante hacer el análisis acerca de la autonomía y que la parte política quede en el Mideplán y la técnica, en el Servicio Civil.
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Deseo de consenso. En cuanto al proyecto de renta global, es cierto que llegamos a un acuerdo con el Ejecutivo en la mesa de diálogo, pero la redacción original del proyecto incumplía lo acordado.
Debido a la insistencia de la Uccaep, el viernes 5 de febrero se eliminó todo lo relacionado con renta mundial, así como el impuesto al Régimen Obligatorio de Pensiones (ROP) y al Fondo de Capitalización Laboral (FCL).
No obstante, al revisar el nuevo texto aún se pretende incrementar el impuesto sobre las remesas enviadas al exterior en un 5 %, situación que detectamos y en la que se logró un compromiso para eliminarlo. Lo que sí no se reducirá es el impuesto sobre la renta a las empresas, que será del 30 % y no un 27,5 % como se negoció en la mesa de diálogo.
El haber revisado el 5 de febrero la nueva iniciativa de renta global dual es muestra de que deseamos el consenso.
La Nación olvida que en Costa Rica las soluciones siempre llegaron por las vías del diálogo, por acuerdos. En los años 40, las garantías sociales fueron producto del acuerdo entre tres bandos antagónicos; y, en los 80, la superación de la crisis salió del solidarismo, del cooperativismo y del compromiso de un sector empresarial responsable.
Incumplimiento. En las mesas de diálogo acordamos otras soluciones que el Poder Ejecutivo no ha cumplido (como, por ejemplo, presentar el proyecto de ley que vendería, por una única vez, la cartera de Conape, pese a que la Junta Directiva la componen miembros del gabinete).
Hemos solicitado audiencias para dialogar sobre reactivación económica, pero en la palestra legislativa siguen sin conocer proyectos con ese propósito y las fracciones parlamentarias continúan pidiendo que el Ejecutivo los presente y los convoque.
En la Uccaep somos conscientes de que el descarrilamiento de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional sería nefasto para el país y, por ello, apostamos, no ahora, sino desde meses antes, por abrir espacios de diálogo con múltiples sectores, porque esto solo podemos arreglarlo entre todos.
La arrogancia y la burla son malas consejeras; el diálogo y los acuerdos son el camino correcto.
El autor es presidente de la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep).